Con motivo del Día Internacional de la Infancia, en esta oportunidad, brindaremos información y nuestras recomendaciones con respecto a la varicela, enfermedad que suele presentarse en casi todas las personas durante los primeros años de su vida.
En esta nota, te contamos de qué se trata, cómo prevenirla, y cuáles son sus síntomas.
¿QUÉ ES?
La varicela es una infección benigna, autolimitada, con buena evolución clínica aún sin tratamiento.
El diagnóstico de la varicela es fundamentalmente clínico, se caracteriza por presentar lesiones pruriginosas en diferentes etapas de evolución, en un comienzo como máculas, pápulas que aparecen en cara, en tronco y luego se generaliza comprometiendo también mucosa oral y genital, que luego se convierten en vesículas que se secan pasados unos días, dejando una costra.
El hombre es el único reservorio de este virus Varicela Zóster (VVZ) altamente contagioso, la mayoría de las veces cursa como una enfermedad benigna.
Es una enfermedad de distribución estacional: en climas templados la mayor circulación sucede a fines de invierno y principios de la primavera.
¿CÓMO SE CONTAGIA?
La transmisión es a través del contacto directo, por secreciones respiratorias o también por el contacto con el fluido contenido en las lesiones vesiculares.
Además, puede contagiarse de modo intraútero, es decir, cuando la infección ocurre por pasaje trasplacentario del virus durante la infección materna.
El contagio ocurre de uno a dos días antes de la erupción y durante toda la forma vesiculosa.
Termina el periodo de diseminación del virus cuando el paciente presenta todas las lesiones en etapa costrosa. El período de incubación es generalmente de 14 a 16 días (puede ser desde 10 a 21 días).
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Cuando aparece la erupción puede presentarse:
- Fiebre moderada.
- Malestar.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida del apetito.
Ante la presencia de estos síntomas, se recomienda llamar al médico a domicilio, evitando así la propagación del virus en las guardias, y priorizando el reposo del paciente en su hogar.
La sobreinfección bacteriana de las lesiones cutáneas y la neumonía bacteriana son las complicaciones más frecuentes en huéspedes inmunocompetentes.
El síndrome de varicela congénita ocurre luego de la infección por varicela materna durante el primer trimestre o principios del segundo y produce embriopatía caracterizada por hipoplasia de extremidades, cicatrices cutáneas, alteraciones oculares, y daño en sistema nervioso central.
Ocasionalmente resulta en muerte fetal. La embriopatía tiene una incidencia de 1 a 2% cuando la infección se adquiere en las primeras 20 semanas de gestación.
¿CÓMO PREVENIRLA?
La vacuna registrada en nuestro país, puede indicarse a cualquier niño sano a partir de los 12 meses de edad, adolescentes y adultos sanos susceptible.
Es una vacuna viral atenuada, se utiliza el virus varicela-zoster cepa OKA atenuada (aceptada por OMS) obtenida en cultivos de células diploides humanas WI-38 y MRC5.
Dosis
- Niños entre 12 meses y 12 años: 2 dosis de 0,5 ml para aquellos susceptibles según sus antecedentes clínicos: la primera, entre los 12 a 15 meses; la segunda, en la edad escolar, entre los 4 y 6 años. Téngase en cuenta, sin embargo, que la segunda dosis puede darse tres meses después de administrada la primera.
- Personas de 13 años o mayores: dos dosis de 0,5 ml cada una, con un intervalo mínimo de 28 días entre las mismas.
En este grupo se debe considerar la necesidad de un test serológico previo para comprobar susceptibilidad, si no se refiere el antecedente de haber tenido la enfermedad. Sólo la vacuna monovalente está aprobada para este grupo. Para el control de foco de casos de varicela es suficiente una sola dosis de vacuna. La vacuna es segura, los efectos adversos generalmente son leves y ocurren con una frecuencia de 5 a 35%. Los más frecuentes son exantema, fiebre y reacciones en el sitio de inyección.
USO SIMULTÁNEO CON OTRAS VACUNAS
Se puede administrar simultáneamente con otras vacunas actualmente en uso. Deben ser aplicadas en sitios diferentes.
Si dos vacunas virales atenuadas (triple viral y varicela, por ejemplo) no se administran al mismo tiempo, se recomienda que se apliquen separadas por un intervalo de 28 días entre dosis.