Categorías
Ejercicio Prevención Vida sana

Actividad física, una forma de invertir en salud

La actividad física es esencial para mantener y mejorar la salud de las personas, independientemente de su edad. El ejercicio contribuye a la prolongación de la vida y a mejorar su calidad generando distintos beneficios tanto fisiológicos como psicológicos, ya que ayuda a liberar tensiones, mejora los síntomas de ansiedad y depresión; y hasta mejora los vínculos sociales porque permite compartir estas actividades con la familia e interactuar con otras personas.

“Realizar ejercicio es una gran colaboración para evitar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, ya que disminuye la mortalidad por cardiopatías isquémicas, mejora los valores de tensión arterial en pacientes hipertensos, mejora el perfil lipídico -reduciendo los triglicéridos y aumentando el colesterol HDL-, ayuda a controlar el peso, favorece la reducción de grasa corporal -mejorando la resistencia articular y fuerza muscular-; y fortalece los huesos que ven aumentada su densidad, disminuyendo así la osteoporosis en la adultez”, enfatiza la Dra. Paola Caro, directora Médica de vittal.

En este sentido, la especialista considera que “la actividad física es una gran reguladora del organismo colaborando también con el control de la glucemia, disminuyendo la posibilidad de sufrir diabetes, mejorando la digestión y el ritmo intestinal. Además, en personas mayores ayuda a retrasar y a prevenir enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento”.

La Dra. Caro indica que toda actividad física debe realizarse dentro de los parámetros saludables para cada persona para evitar lesiones musculoesqueléticas, “totalmente evitables si no hay excesos”. Asimismo, recomienda la realización de chequeos médicos completos para quienes deseen comenzar a realizar actividades físicas.

Categorías
Efemérides

Cuidar el corazón, una tarea de todos los días

El 29 de septiembre es el Día Mundial del Corazón. La efeméride nos invita a poner en práctica hábitos saludables para mantener sano este órgano fundamental para la vida.


A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte. Más de 18,6 millones mueren cada año y de estas muertes, el 85% se debe a enfermedades coronarias (ej. infarto agudo de miocardio) y enfermedades cerebrovasculares (ej. accidentes cerebrovasculares). Partiendo de la base de que son múltiples los factores que producen este tipo de enfermedades, resulta importante pensar cómo estamos cuidando la salud de este órgano vital.

Las ECV afectan el corazón o los vasos sanguíneos (venas y arterias); y el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad son los principales factores que tienen consecuencias directas.

Entre las recomendaciones para mantener el corazón sano se encuentran llevar una alimentación equilibrada, sin exceso de sal ni grasas. De todas formas, hay que recordar que hay grasas beneficiosas para la salud, como las que aportan el aceite de oliva, los frutos secos y las semillas, que poseen ácidos grasos esenciales (Omega3 y 6) que el cuerpo no puede fabricar; y vitamina E (un antioxidante que previene el envejecimiento de las células).

Dentro de un plan de alimentación saludable, es recomendable reducir el consumo de bebidas azucaradas y optar por el agua o las bebidas sin azúcar, comer 5 porciones de fruta y vegetales al día, limitar el consumo de alimentos procesados y envasados ya que suelen tener un alto contenidos en sal, azúcar y grasa; y mantener el consumo de alcohol dentro de los límites recomendados. Todo eso ayuda a reducir el riesgo de sobrepeso, otra recomendación para cuidar el corazón.

También es fundamental no fumar. Este punto es muy importante porque, a modo de ejemplo, los hombres que fuman alrededor de un cigarrillo por día tienen un incremento de riesgo de infarto del 48% y un aumento de riesgo de ACV del 25% en comparación con los no fumadores. Además, si deja de fumar, el riesgo de enfermedad coronaria se reduce a la mitad en un año y volverá a un nivel normal con el tiempo.

Asimismo, para cuidar la salud del corazón se debe controlar con frecuencia la presión arterial, los niveles de colesterol y la glucosa en sangre -conociendo de antemano los números propios-, tomar la medicación prescrita por el médico si se tiene un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular y realizar actividad física.

Hacer 30 minutos de ejercicio 5 veces por semana ó 1 vez a la semana 75 minutos de actividad física de alta intensidad (según la salud integral de cada persona y la recomendación de su médico de cabecera) reduce en un 40% la muerte temprana.

La actividad física también puede implementarse con pequeñas acciones diarias como usar las escaleras en lugar del ascensor o bajarse del colectivo algunas paradas antes y caminar hasta el destino.

El ejercicio, además de mejorar la salud del corazón, es una excelente manera de aliviar el estrés y controlar el peso, ambos factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.  ¡A moverse!

Por la Dra. Paola Caro, Directora médica de vittal.