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Tabaco: datos a tener en cuenta, riesgos y cómo afecta el COVID-19 a los fumadores

El 31 de mayo de cada año la Organización Mundial de la Salud y sus asociados mundiales, celebran el Día Mundial sin Tabaco. Esta es una oportunidad para tomar conciencia de los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo del tabaco ajeno.

Datos a tener en cuenta

Los productos de tabaco matan a más de 8 millones de personas cada año. Para mantener sus ingresos, las industrias tabacaleras y otras industrias relacionadas buscan continuamente nuevos consumidores para sustituir a los que mueren a causa de sus productos.

Asimismo, el consumo de tabaco es la causa del 25% de todas las muertes por cáncer en el mundo. El consumo de nicotina y de productos de tabaco aumenta el riesgo de padecer cáncer, enfermedades cardiovasculares y neumopatías.

Es importante tener en cuenta que los niños y adolescentes que consumen cigarrillos electrónicos tienen al menos el doble de probabilidades de fumar cigarrillos normales más adelante en su vida. Además, el uso de cigarrillos electrónicos aumenta el riesgo de padecer cardiopatías y afecciones pulmonares. La nicotina de los cigarrillos electrónicos es una droga altamente adictiva y puede dañar el cerebro en desarrollo de los niños.

El tabaco de mascar puede provocar cáncer de boca, pérdida de dientes, manchas blancas, dientes marrones y enfermedades periodontales.

Enfermedades causadas por el tabaco

  • Cáncer de pulmón: el consumo de tabaco es responsable de dos tercios de las muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo. También las personas expuestas al humo de tabaco o fumadores pasivos sufren mayor riesgo de contraer cáncer de pulmón. Se requieren diez años de abandono del hábito de fumar para que el riesgo se reduzca a la mitad. 
  • Enfermedades respiratorias crónicas: el tabaco es la causa principal de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). El riesgo es especialmente alto en personas que comienzan a fumar a una edad temprana ya que el humo del tabaco retrasa significativamente el desarrollo pulmonar.
  • Exposición temprana de lo niños: los bebés expuestos en el útero materno a las toxinas del humo del tabaco a través del tabaquismo materno o de la exposición materna al humo experimentan con frecuencia disminución del crecimiento de los pulmones. Los niños pequeños expuestos al humo del tabaco ajeno corren riesgo del aumento de la frecuencia de las infecciones respiratorias, así como también el asma, neumonía y bronquitis. 

Se calcula que más de 160.000 niños mueren antes de los cinco años por infecciones de las vías respiratorias causadas por el humo del tabaco.

Especialmente la exposición al humo del tabaco puede desencadenar infecciones latentes por Tuberculosis (aunque esta no sea la causa necesaria de la enfermedad).

  • Contaminación del aire: el humo del tabaco contiene 7000 sustancias químicas, 69 de las cuales causan cáncer. Además, estas sustancias pueden permanecer en el aire por más de cinco horas.

Tabaco y COVID-19

En el marco de la pandemia SARS COV2 es oportuno tomar conciencia de este hecho, ya que la EPOC ha sido el principal factor de riesgo asociado a la morbimortalidad de pacientes ingresados a las unidades de cuidados críticos.

Los fumadores tienen más probabilidades de presentar síntomas graves de la COVID-19 que los no fumadores independientemente del antecedente de EPOC. 

De acuerdo con lo publicado por las principales organizaciones de salud tales como OMS y OPS “La pandemia de COVID-19 ha llevado a millones de consumidores de tabaco a afirmar que desean dejarlo”.

En nuestro país existen numerosos centro de ayuda para dejar de fumar.

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