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¿Sabías que un donante puede salvar hasta 7 vidas?

Desde el 3 de agosto de 2018 entró en vigencia la nueva Ley de Órganos, Tejidos y Células de Argentina que regula las actividades relacionadas a la obtención y utilización de órganos, tejidos y células de origen humano en nuestro país.

En esta nota te contamos todo lo que tenés que saber acerca de los trasplantes de órganos y la importancia de la responsabilidad social en la solidaridad con el prójimo

DATOS RELEVANTES

  • 7487 personas necesitan un trasplante para salvar su vida en este momento.
  • 703 es la cantidad de trasplantes realizados durante este año.
  • 338 personas donaron sus órganos durante este año.
  • 752 es la cantidad de donantes por cada millón de habitantes de este año.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El trasplante de órganos se trata del reemplazo de un órgano vital enfermo, sin posibilidad de recuperación, por otro sano.

Es un tratamiento médico indicado cuando toda otra alternativa para recuperar la salud del paciente se ha agotado, que solo es posible gracias a la voluntad de las personas que dan su consentimiento para la donación.

Los órganos que se trasplantan en Argentina son: riñón, hígado, corazón, pulmón, páncreas e intestino. Los tejidos: córneas, piel, huesos, válvulas cardíacas.

En ambos casos, los trasplantes se efectúan a partir de donantes cadavéricos.

También se trasplantan células progenitoras hematopoyéticas, de médula ósea o sangre periférica, cuya modalidad de donación es distinta a la de los órganos y tejidos, ya que su extracción se realiza en vida.

Se pueden donar órganos en vida solo ante una necesidad extrema, frente a la falta de donantes cadavéricos, se plantea la posibilidad del donante vivo, debiendo existir un vínculo familiar de acuerdo a la legislación vigente.

Esta alternativa se refiere únicamente al caso de trasplantes renales y hepáticos. El órgano más común que se dona en vida es el riñón, ya que una persona puede desarrollar una vida normal con un solo riñón en funcionamiento.

Parte del hígado también puede ser trasplantado. La donación de órganos entre familiares está permitida exclusivamente cuando se estima que no afectará la salud del donante y existan perspectivas de éxito para el receptor.

Manifestación de voluntad

Para manifestar la voluntad afirmativa o negativa respecto de la donación de órganos en todo el país, es necesario dejarlo registrado por cualquiera de los siguientes medios:

  • Firmar un acta de Expresión en el INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante), en los organismos jurisdiccionales de ablación e implante.
  • Asentarlo en el Documento Nacional de Identidad en las oficinas del Registro Civil. Completar un formulario vía web.

Para expresar la negativa, además de estos canales, se brinda la posibilidad de enviar un telegrama gratuito desde las dependencias del Correo Argentino.

Toda persona mayor de 18 años puede manifestar en forma expresa su voluntad afirmativa o negativa respecto a la donación de sus órganos o tejidos.

Como el acto de donar es libre y voluntario, la expresión Afirmativa o Negativa puede ser revocada en cualquier momento por el manifestante, pero no puede ser cambiada por ninguna persona después de su muerte.

De no existir manifestación expresa, la Ley de Trasplante presume que la persona es donante. En esos casos, el organismo responsable solicita a la familia su testimonio sobre la última voluntad del fallecido.

Ante la oposición de los familiares, si la última voluntad del fallecido conocida en forma escrita fue donar sus órganos, se respeta esta decisión personal registrada en vida. De igual modo sucede en la situación inversa.

En caso de fallecimiento de un menor de 18 años, se solicita a sus padres o representantes legales el consentimiento expreso para la donación de órganos y/o tejidos.

CONSIDERACIONES MÉDICAS POSTERIORES

Una vez recibido el órgano trasplantado y a fin de evitar el rechazo del organismo, el paciente debe recibir medicamentos (inmunosupresores) para atenuar la respuesta del sistema inmune, que mediante su mecanismo defensivo  tiende a destruir  todo agente extraño.

Durante los primeros meses posteriores al trasplante, se requiere una relación estrecha con el médico tratante a través de exámenes y revisiones médicas periódicas, siendo sumamente importante el seguimiento estricto de la medicación, así como los cuidados higiénico-dietéticos, debiendo controlar periódicamente su tensión arterial, su temperatura y su peso.

La alimentación fundamentalmente debe de ser sana y equilibrada.

LA IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA

A la inversa de lo que suele creerse, una persona a la que se le trasplanta un órgano no tiene impedimentos para practicar deportes, ni realizar tareas habituales.

La actividad física contribuye al desarrollo físico, intelectual y socio afectivo de toda persona.

En la etapa post trasplante es recomendable incorporar nuevos hábitos saludables y abandonar aquellos nocivos como la mala alimentación, el tabaquismo o el consumo de alcohol.

Pero por sobre todo, es fundamental iniciar o continuar ejercicios físicos adecuados.

A través del deporte se demuestra la calidad de vida que puede gozar una persona que ha recibido un trasplante.