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Infecciones en piletas: ¿cómo prevenirlas?

Existen varias infecciones que pueden ser transmitidas por el agua de las piletas, pero lo importante es que todas son prevenibles tomando medidas sencillas. En la siguiente nota, te contamos cuáles son las enfermedades que suelen contagiarse en las piscinas y qué hacer para prevenirlas.

Características del agua

El agua de pileta debe constar de: una temperatura ideal de unos 25 °C, un buen nivel del cloro y un pH adecuado de 7.2–7.8. Cumplir estas características es la primera línea de defensa contra los gérmenes que causan infecciones traspasadas por aguas recreativas.

¿Qué enfermedades pueden transmitirse en una pileta?

  • Diarrea

Es la infección más frecuente adquirida por el uso de agua de la pileta y se transmite tragando accidentalmente agua que ha sido contaminada. El cloro destruye a éstos gérmenes, pero al no actuar de forma inmediata puede haber un periodo ‘ventana’ en el que alguna de estas bacterias aún siga viva en el momento de estar en el agua. Incluso las piletas mejor mantenidas pueden propagar enfermedades.

  • Otitis externa

La otitis externa, una infección de la parte externa del oído, más conocida como “de pileta” es una de las enfermedades típicas del verano que afecta sobre todo a los más chicos por la cantidad de tiempo que permanecen debajo del agua.

Los síntomas pueden ser: picor dentro del oído, enrojecimiento e inflamación en el oído, dolor cuando se ejerce presión en la oreja (‘signo del trago positivo’), y presencia de secreciones.

Suele aparecer cuando queda agua en el canal del oído durante largos periodos, creándose un ambiente propicio para el crecimiento de gérmenes. No se transmite de persona a persona.

¿Cómo prevenirla?

Usar gorro de nadar, tapones o moldes adaptados para los oídos para evitar que entre el agua. Secar bien con una toalla los oídos después de nadar o ducharse, inclinar la cabeza hacia los lados para que los oídos queden en posición que permita que el agua salga del canal auditivo. Si todavía tiene agua en los oídos, puede usar un secador de cabello para que pase aire por el canal auditivo (modo frío del secador) colocándolo lo más lejos posible del oído. Es importante no introducir objetos en los canales auditivos (como hisopos de algodón.)

  • Pie de atleta

Es la infección de la piel de los pies causada por una variedad de diferentes hongos. El lugar más frecuente es entre el primer y segundo dedo, pero puede afectar a cualquier parte del pie. Suele dar fisuras en la piel o lesiones rojizas y picantes.

Se contagia por el contacto con piel infectada o con hongos en determinadas áreas como duchas, vestidores, piletas. La higiene es muy importante para la prevención: uñas cortas y limpias, no caminar descalzo en duchas y cambiadores.

  • Prurito ocular, irritación nasal y/o dificultad para respirar

Sobre todo ocurre en piletas cubiertas y está provocado por el uso de irritantes como cloraminas en el agua y aire. Con una buena ventilación de la zona, esto se evitaría.

  • Molluscum contagiosum (pox-virus)

Son múltiples lesiones cutáneas, pequeñas y sobreelevadas, de color blanquecino y, cuando son más grandes, pueden ser umbilicadas (tener como un pequeño hueco en el centro). Son muy contagiosas, pero no graves y mucho más frecuentes en los niños y en la parte superior del tronco y extremidades.

En conclusión, la clave para evitar las enfermedades que se contagian en las piletas, está en la prevención. Tener en cuenta los modos en que pueden evitarse los contagios y aplicarlos, permitirá estar preparados al momento de visitar una piscina.

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