El día internacional de la Enfermería, tiene como fin destacar las contribuciones de los enfermeros a la sociedad. Los Enfermeros son profesionales de la salud al servicio de la comunidad, su capacitación es orientada en lo asistencial, administrativa, docente y de investigación.
La Enfermería es una profesión que consiste en el cuidado de los enfermos de gravedad y pacientes ambulatorios, con el cometido final de asistir y complementar la labor de los médicos. Los enfermeros se encargan de aplicar el tratamiento que les fue indicado, además de facilitar su recuperación y mejorar su calidad de vida. Asimismo, los enfermeros deben vincularse y atender al entorno de los pacientes, por ejemplo sus familias.
Respecto a las tareas que cumplen los enfermeros, estas son muy variadas: suministran medicamentos, extraen muestras para realizar análisis, higienizan a los pacientes, monitorizan su estado y su evolución y brindan instrucciones para que continúen el tratamiento una vez que abandonen el hospital.
Los enfermeros poseen un gran sentimiento de protección aunado al profesionalismo y la calidez humana. Qué sería de un hospital, un sanatorio, una posta sanitaria, de ese enfermo especial que necesita de sus servicios permanentes, sin la presencia y la tarea de la enfermera o enfermero. También trabajan para ayudar a prevenir enfermedades, para educar al público sobre asuntos de la salud, para mejorar la salud pública y para apoyar a los pacientes enfermos, tanto física, como mentalmente.
El Día Internacional de la Enfermería es una jornada conmemorativa de las contribuciones de los enfermeros a la sociedad, promovida por el Consejo Internacional de Enfermería, que se celebra en todo el mundo cada 12 de mayo, conmemorando el nacimiento de Florence Nightingale, considerada “fundadora” de la enfermería moderna. Florence Nightingale (1820 – 1910) fue una enfermera, escritora y estadística británica. Obtuvo reconocimiento público tras su participación en la Guerrea de Crimea, donde logró descender la mortalidad de los soldados a través de la mejora de las condiciones sanitarias, cuestión que no era atendida hasta el momento.
Tras detectar que la mayoría de las muertes no eran ocasionadas por heridas sufridas en batallas, sino por enfermedades prevenibles cuyo contagio se debía a la falta de higiene, Florence se ocupó de mejorar las condiciones del ambiente donde se encontraran los pacientes. Para lograrlo, definió cinco puntos esenciales para asegurar la salubridad de las viviendas: aire puro, agua pura, desagües eficaces, limpieza y luz.
¡Un afectuoso saludo a todos los profesionales de la enfermería que día a día dedican su vida para que miles de personas reciban los cuidados necesarios para tener una mejor calidad de vida!