¿Qué es la Diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos, y se genera cuando el organismo pierde la capacidad de producir insulina o de utilizarla correctamente. Esta última es una hormona producida por el páncreas, la cual permite normalmente que la glucosa que se encuentra en los alimentos pase a las células del cuerpo -donde se convierte en energía-, logrando el funcionamiento adecuado de los distintos músculos y tejidos.
Tipos de diabetes
1) Diabetes tipo I
Se produce cuando el organismo deja de producir la insulina que necesita. Suele aparecer en niños o jóvenes adultos. Las personas con este diagnóstico necesitan inyecciones de insulina a diario con el fin de controlar los niveles de glucosa en sangre.
Síntomas:
- Aumento desmedido de sed.
- Sequedad de boca.
- Micción frecuente.
- Cansancio extremo/falta de energía.
- Apetito constante.
- Pérdida de peso repentina.
- Lentitud en la curación de heridas.
- Visión borrosa.
Las personas con este tipo de diabetes pueden llevar una vida normal y saludable mediante una combinación de terapia diaria de insulina, estrecho control médico, dieta sana y ejercicio físico habitual.
2) Diabetes tipo II
Es el tipo más común y es habitual que se manifieste en adultos. En este caso, el organismo puede producir insulina, pero o bien la cantidad no es suficiente, o el organismo no responde a sus efectos, provocando una acumulación de glucosa en la sangre.
Las personas con este tipo de diabetes podrían pasar mucho tiempo sin darse cuenta de su enfermedad debido a que los síntomas podrían tardar años en aparecer o en reconocerse, tiempo durante el cual el organismo se va deteriorando debido al exceso de glucosa en sangre. A muchas personas se les diagnostica tan sólo cuando las complicaciones se manifiestan.
Factores de riesgo:
- Obesidad.
- Mala alimentación.
- Falta de actividad física.
- Edad avanzada.
- Antecedentes familiares de la enfermedad.
Los pacientes con este tipo de diabetes NO suelen necesitar dosis diarias de insulina. Sí un estricto control médico, medicación oral, una dieta sana y el aumento de la actividad física.
3) Diabetes gestacional
Este tipo se desarrolla sólo en el embarazo y puede causar complicaciones durante la gestación y el parto. Aunque tiende a desaparecer después de dar a luz, es importante estar informadas y saber cómo actuar; para diagnosticarla es necesario someterse a pruebas médicas, ya que se trata de una afección cuyos síntomas pasan desapercibidos para las madres.
En estos casos, los niveles alcanzan valores superiores a los normales, que son menos de 110 mg/dl en ayunas y menos de 140 mg/dl después de las comidas, pero no llegan a ser lo suficientemente altos como para diagnosticar una diabetes crónica.
Factores que pueden producirla:
- Sobrepeso y obesidad.
- Tener familiares directos que hayan padecido diabetes gestacional.
- Tener familiares directos que padecen diabetes de tipo 2.
- Antecedentes de diabetes gestacional en otros embarazos.
Complicaciones diabéticas
Quienes poseen esta enfermedad corren un mayor riesgo de desarrollar una serie de problemas graves de salud. Pudiendo llegar a afectar al corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. Además, existe un mayor riesgo de desarrollar infecciones.
Recomendaciones:
- Mantener los niveles de glucemia, de presión arterial y de colesterol cercanos a lo normal puede ayudar a retrasar o prevenir las complicaciones diabéticas.
- Necesitan hacerse revisiones con regularidad para detectar posibles complicaciones.
- Un análisis de sangre puede mostrar si posee esta enfermedad.
- El ejercicio, el control de peso y respetar el plan de comidas puede ayudar a controlar la diabetes.