Cada 22 de julio desde el año 2014 se celebra el Día Mundial del Cerebro proclamado por la Federación Mundial de Neurología ante la necesidad de crear conciencia sobre el potencial, los riesgos y las enfermedades de uno de los órganos vitales de nuestro cuerpo. En la siguiente nota te contamos sus funciones principales, las enfermedades más frecuentes y qué medidas de prevención pueden tomarse para mantener un cerebro sano.
Funciones
El cerebro controla funciones esenciales del organismo tales como la respuesta a estímulos sensoriales, respuestas reflejas autonómicas y las funciones mentales superiores tales como las funciones cognitivas de las cuales pensar es la principal y la que nos diferencia del resto del reino animal. Pensar, leer, abstraer es una capacidad y función propia del humano. Así como también lo es la función del lenguaje.
Para estimar la complejidad de dicho órgano baste decir que en una partícula microscópica se hallan más de 100.000 neuronas y que transporta información a una velocidad de 268 millas por hora.
Enfermedades del cerebro
Los problemas de salud que atañen al cerebro comprenden problemas neurológicos y mentales.
Entre los más conocidos y frecuentes se hallan:
- Migraña: enfermedad que puede llegar a ser casi incapacitante. La OMS la señala como la sexta causa de incapacidad que afecta la funcionalidad de las personas.
- ACV: constituye una de las principales causas de muerte vascular, así como también una de las principales fuentes de discapacidad.
- Meningitis y Encefalomielitis: enfermedades infecciosas causadas por bacterias o virus.
- Mal de Parkinson y Alzheimer: enfermedades congénitas y neurodegenerativas.
- Esclerosis múltiple: enfermedad autoinmune.
- Esquizofrenia: en este caso pertenece al grupo de las enfermedades o trastornos mentales.
Prevención
Muchos de estos trastornos se pueden prevenir y tratar.
Como ocurre en todos los niveles de prevención de la salud existen medidas que no por ser inespecíficas resultan menos importantes tales como la alimentación saludable y la actividad física.
La actividad cognitiva mediante juegos de memoria y resolución, elaboración de pasatiempos, aprendizaje de idiomas, juegos de estrategia tales como el ajedrez o el bridge.
Existen actividades específicas que estimulan la vinculación interhemisférica, así como también los que fortalecen las conexiones entre ambas partes del cerebro entrenando la atención y la memoria.
Asimismo, fomentar la interacción social tanto laboral como participando en reuniones, eventos artísticos y deportes.
Por otro lado, es importante controlar los factores de riesgo principalmente los referidos a lo cardiovascular, la hipertensión arterial, la diabetes, el hábito de fumar.
La buena higiene mental y psicológica atendiendo problemas tales como la depresión y la ansiedad mediante la consulta y tratamiento especializado también resultan un factor clave a la hora de prevenir enfermedades mentales.
Existe evidencia de que llevar a cabo las medidas de prevención recién mencionadas ayuda al retraso del deterioro cognitivo o incluso a evitarlo.