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Vacunate y prevení | Sumate a la Semana de la Vacunación

La vacunación salva millones de vidas y es una de las intervenciones sanitarias de mayor éxito. Es una gran herramienta de prevención que impide en muchos casos que se contraiga una enfermedad, y en otros casos actúa disminuyendo la gravedad de los síntomas y evitando complicaciones serias que derivan en largas internaciones e inclusive la muerte. ¡Sumate vos también a la Semana de la Vacunación y formá parte de la prevención!

Esta fecha nos invita a tomar consciencia respecto a la importancia de respetar las vacunas necesarias para cada etapa de la vida y según cada paciente en particular. Además, resulta fundamental tener en cuenta las vacunas estacionales, aquellas que deben darse en determinadas épocas del año.

Considerando la temporada invernal que se acerca, en esta nota haremos referencia a la vacunación contra la influenza y el neumococo. Ya hemos mencionado en oportunidades anteriores esta clase de enfermedades, pero hoy profundizaremos sobre las mismas, sus síntomas, los grupos de riesgo y la función de la vacunación.

¿Qué clase de enfermedades son?

En primer lugar, la influenza o gripe es una enfermedad respiratoria aguda producida por virus de influenza A (H1N1 y H3N2) o B, que causa epidemias en todo el mundo. Se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar, y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones al tocarnos luego la boca, la nariz o los ojos. La enfermedad se manifiesta con fiebre mayor a 38 ºC, escalofríos, malestar generalizado, decaimiento, congestión nasal, rinorrea, tos, estornudos, dolor de garganta, de cabeza y muscular.

El neumococo es una bacteria que puede causar neumonía, meningitis o una infección del torrente sanguíneo (bacteriemia). Al igual que el virus de la influenza, se transmite de persona a persona por vía aérea y aumenta en época invernal.

Vacunación y prevención

La vacunación anual contra la influenza es una importante medida de salud pública en términos de prevención. Mientras más personas se vacunen, menos podrá propagarse el virus en la comunidad.

En el caso del neumococo, la vacunación tiene como propósito no sólo reducir su incidencia, sino también minimizar dificultades e índice de mortalidad, ya que en la Argentina, la neumonía es la sexta causa de muerte en general y la quinta causa en mayores de 60, en tanto que uno de cada cuatro adultos que la contrae fallece durante el primer año de recibido el diagnóstico.

Además de la vacunación para los grupos de riesgo indicados, para reducir el contagio es importante: lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo al toser o estornudar, desechar los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos, ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol, mantener limpios picaportes y objetos de uso común, y no compartir cubiertos ni vasos.

Deben vacunarse

  • Personal de la salud
  • Embarazadas en cualquier momento de la gestación
  • Niños de 6 a 24 meses
  • Niños y adultos de 2 años a 64 años con enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas
  • Pacientes oncohematológicos y trasplantados
  • Diabéticos
  • Personas con insuficiencia renal crónica en diálisis
  • Personas mayores de 65 años
  • Convivientes de enfermos oncohematológicos
  • Convivientes de bebés prematuros menores de 1.5 kg.

Grupos de riesgo

Menores de 2 años, adultos mayores de 65 años, y personas con trastornos de la inmunidad o ciertas patologías respiratorias, cardíacas, renales, entre otras.

Los mayores de 65 no requieren orden médica, mientras que las personas entre 2 y 64 años con indicación de vacuna contra neumococo, sí deben presentar una orden médica que detalle el grupo de riesgo al cual pertenecen.

En nuestro país existen 2 tipos de vacunas, quedando a criterio del médico cuál corresponde según las características del paciente. Además, cualquiera de ellas se puede aplicar conjuntamente con la vacuna antigripal.

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Enfermedad de Chagas: prevención y recomendaciones

La enfermedad de chagas resulta un grave problema para la salud pública en nuestro país y en muchos otros de América Latina. El contagio puede generarse muy fácilmente y las afecciones que pueden llegar a presentarse son realmente riesgosas. En esta nota, te contamos cómo prevenir y evitar la propagación de dicha enfermedad.

El 14 de abril se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Chagas, una enfermedad infecciosa que aún constituye un grave problema de salud pública en muchos países de América Latina. Es causada por un parásito llamado Trypanosomacruzi, que puede vivir en la sangre y en los tejidos de personas y animales y en el tubo digestivo de insectos conocidos como vinchucas.

En la Argentina funciona un programa nacional contra el Chagas, basado en la capacitación de equipos técnicos para optimizar el control, incrementar la vigilancia permanente y lograr un diagnóstico y tratamiento oportunos de los infectados para disminuir la morbimortalidad y su impacto socioeconómico. Según un informe de la OPS (Organización Panamericana de la Salud) del año 2015, en nuestro país habría 7.300.000 personas expuestas, de las cuales 1.505.235 estarían  infectadas y, de ese segmento, 376.309 presentarían cardiopatías de origen chagásico.

¿Cómo se transmite?

La vía de contagio más frecuente es la vectorial, a través de la picadura de la vinchuca infectada con los parásitos del Chagas. Estos insectos habitan en casas de barro o arcilla, en las grietas de los pisos, las paredes o los techos. Una vez que la vinchuca pica a una persona para alimentarse de su sangre, defeca y deposita parásitos en la piel que, frente a la acción de rascarse, se introducen en el cuerpo del paciente. Otras dos vías de transmisión, aunque muy poco habituales en nuestro país gracias a los controles que se implementan, son: la vía congénita, por transmisión de madre a hijo durante el embarazo, y la vía transfusional (transfusión de sangre o trasplante de órganos).

El diagnóstico del Mal de Chagas se hace a partir de pruebas de sangre en una instancia inicial y, si se detecta infección, se indican estudios de imágenes, quien destaca que tanto las pruebas diagnósticas como el tratamiento son gratuitos en  todos los hospitales y centros de salud del país.

Síntomas

Las fases de la enfermedad comprenden una primera etapa que comienza poco después de que el paciente se infecta y dura entre 15 y 60 días. En la mayoría de los casos no hay manifestación clínica pero en otros puede haber síntomas inespecíficos como fiebre, diarrea, dolor de cabeza, cansancio, irritabilidad, vómitos, falta de apetito y malestar general, inflamación de la piel en el lugar por donde ingresó la infección y, si la picadura fue cerca del ojo y la persona se lo frota, puede manifestarse como “ojo en compota”. La  segunda fase se da al cabo de 20 o 30 años y puede afectar al corazón y, en menor medida, al sistema digestivo y nervioso, provocando distintos grados de invalidez e inclusive la muerte si no es tratada a tiempo con la medicación adecuada.

Prevención

Dado que la vinchuca es la principal vía de contagio del Mal de Chagas, lo más importante es evitar su existencia en las viviendas y sus alrededores.

  • Revisar frecuentemente las viviendas y sus alrededores. Las vinchucas dejan manchas de materia fecal en las paredes que son claramente identificables.
  • Ventilar las camas y los catres.
  • Limpiar detrás de muebles y objetos colgados de las paredes.
  • Mover y revisar objetos amontonados lo más frecuentemente posible.
  • Evitar que los animales (perros, gatos, chanchos, gallinas, etc.) duerman dentro de la casa.
  • Construir gallineros y corrales lejos de la casa.
  • Tapar las grietas y los agujeros de las paredes y techos, para alisar dichas superficies.

Finalmente, con el fin de optimizar los controles a quienes viven en zonas endémicas, se les pide que si encuentran vinchucas intenten agarrarlas con un guante, con cuidado de no aplastarlas, y que las transporten en un frasco o bolsa con ventilación a la autoridad municipal para solicitar el rociado de la vivienda y permitir el análisis del insecto. Luego del procedimiento de rociado, las vinchucas y ninfas muertas caerán al piso, pero los parásitos pueden permanecer vivos durante algunos días, por lo cual es fundamental barrer, quemar o enterrar a las vinchucas muertas para no ser aplastadas o pisadas y contagiar así a personas o animales.

 

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Influenza y neumococo: la importancia de la vacunación

Las temperaturas cálidas están próximas a finalizar y, con esto, aumentan las probabilidades de contraer enfermedades respiratorias como la influenza y el neumococo. En esta nota te contamos los síntomas que las caracterizan y cómo prevenirlas, destacando la importancia de la vacunación.

Si bien restan aún algunas semanas de temperaturas confortables, de cara al otoño hay que comenzar a planificar el año en función de la salud. Chequeos generales, estudios pendientes, alimentación balanceada y ejercicio son algunas de las recomendaciones básicas para sentirse y verse bien. Sin embargo, hay factores externos que pueden causar complicaciones evitables.

En primer lugar, la influenza o gripe es una enfermedad respiratoria aguda producida por virus de influenza A (H1N1 y H3N2) o B, que causa epidemias en todo el mundo. Se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar, y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones al tocarnos luego la boca, la nariz o los ojos. En nuestro país, el año pasado 105 personas fallecieron a raíz de este cuadro y, de los 76 casos con datos consistentes, 75% se caracterizaron por presentar factores de riesgo y no estar vacunados.

La vacunación anual contra la influenza es una importante medida de salud pública en términos de prevención. Mientras más personas se vacunen, menos podrá propagarse el virus en la comunidad.

¿Quiénes deben vacunarse?

Personal de la salud, embarazadas en cualquier momento de la gestación, todos los niños de 6 a 24 meses, niños y adultos de 2 años a 64 años con enfermedades respiratorias, cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, pacientes oncohematológicos y trasplantados, diabéticos, y personas con insuficiencia renal crónica en diálisis; personas mayores de 65 años, convivientes de enfermos oncohematológicos y convivientes de bebés prematuros menores de 1.5 kg.

Síntomas

La enfermedad se manifiesta con fiebre mayor a 38 ºC, escalofríos, malestar generalizado, decaimiento, congestión nasal, rinorrea, tos, estornudos, dolor de garganta, de cabeza y muscular.

¿Cómo reducir el contagio?

Frente a este cuadro, además de la vacunación para los grupos de riesgo indicados, para reducir el contagio es importante: lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo al toser o estornudar, desechar los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos, ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol, mantener limpios picaportes y objetos de uso común, y no compartir cubiertos ni vasos.

Neumococo

Por otro lado, el neumococo es una bacteria que puede causar neumonía, meningitis o una infección del torrente sanguíneo (bacteriemia). Al igual que el virus de la influenza, se  transmite de persona a persona por vía aérea y aumenta en época invernal.

En este caso, la vacunación contra neumococo tiene como propósito no sólo reducir su incidencia, sino también minimizar dificultades e índice de mortalidad, ya que en la Argentina, la neumonía es la sexta causa de muerte en general y la quinta causa en mayores de 60, en tanto que uno de cada cuatro adultos que la contrae fallece durante el primer año de recibido el diagnóstico.

Debemos hacer hincapié en la importancia de la vacunación, dado que es una gran herramienta de prevención que impide en muchos casos que se contraiga la enfermedad y en otros actúa disminuyendo la gravedad de los síntomas y evitando complicaciones serias que derivan en largas internaciones o inclusive la muerte.

¿Quiénes deben vacunarse?

Las personas que integran el grupo de riesgo son: menores de 2 años, adultos mayores de 65 años, y personas con trastornos de la inmunidad o ciertas patologías respiratorias, cardíacas, renales, entre otras. Los mayores de 65 no requieren orden médica, mientras que las personas entre 2 y 64 años con indicación de vacuna contra neumococo, sí deben presentar una orden médica que detalle el grupo de riesgo al cual pertenecen.

En nuestro país existen 2 tipos de vacunas, quedando a criterio del médico cuál corresponde según las características del paciente. Además, cualquiera de ellas se puede aplicar conjuntamente con la vacuna antigripal.

Si bien existen tratamientos antibióticos específicos para las infecciones por neumococo, la letalidad no ha variado en los últimos 50 años, por lo que se plantea la necesidad de una estrategia preventiva a través de la inmunización.

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Riñones: Factores de riesgo y cómo cuidarlos

En el mes de marzo se conmemora el Día Mundial del Riñón y, en esta oportunidad, queremos destacar la importancia de tomar conciencia para preservar su correcto desempeño y proteger nuestra salud. Conocé cuáles son los síntomas de una alteración en el funcionamiento de los riñones, y cómo cuidarlos para mantenerlos sanos.

¿Por qué es importante cuidar nuestros riñones? Se trata de órganos vitales que desempeñan funciones de limpieza y equilibrio químico de la sangre, siendo de gran relevancia para el funcionamiento general del organismo. Sin embargo, el conocimiento general sobre la enfermedad renal es mínimo y muchas veces se subestima, pero con controles y cuidados adecuados se puede prevenir.

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la alteración del funcionamiento de los riñones por más de tres meses con la consiguiente pérdida gradual de sus funciones. Si bien suele ser silenciosa, presenta síntomas que podemos identificar: cambio en los hábitos de orinar y de sueño, orina espumosa, muy pálida o más oscura de lo normal; presencia de sangre en la orina, hinchazón en los tobillos, pies, piernas o manos; nauseas frecuentes, percepción de sabor metálico en los alimentos, falta de oxigeno incluso cuando no se realiza ejercicio físico, o dolor externo en la espalda. Además, la progresión y falta de control de la enfermedad renal aumenta el riesgo de padecer patologías cardiovasculares.

A nivel mundial, más del 17% de la población mayor de 20 años padece deterioro de la función renal, mientras que en la Argentina al menos 4.600.000 personas sufren algún grado de ERC y 6.1000 esperan un trasplante, lo que genera un significativo impacto negativo sobre la calidad de vida del paciente.

Entre los grupos de riesgo, se encuentran: fumadores, diabéticos, hipertensos, personas con enfermedades cardíacas o con antecedentes de ACV, con antecedentes familiares de cálculos renales o infecciones urinarias recurrentes.

Recomendaciones a seguir para proteger nuestros riñones

  • Hacer ejercicio en forma habitual, ya que esto reduce la presión arterial y el riesgo de Insuficiencia renal.
  • Controlar periódicamente la glucemia.
  • Controlar la presión arterial, que no solo afecta el riñón sino también el cerebro y el corazón.
  • Comer sano y controlar el peso. Para la mayoría de los pacientes con ERC, la dieta óptima es una dieta que consiste en frutas, verduras, legumbres, pescado, aves de corral y granos integrales. Se sugiere una ingesta calórica de 30 a 35 kcal/kg por día.
  • Reducir el consumo de sal. La ingesta recomendada es de 5-6 gramos de sal al día.
  • Reducir la ingesta diaria de proteínas a aproximadamente 0,8 gr/kg.
  • Reducir la ingesta de calcio (tanto en la dieta como en la medicación) a 1.500 mg por día.
  • Consumir alrededor de 2 litros de agua al día.
  • No fumar.
  • No tomar medicamentos sin consultar al médico.
  • Hacer controles periódicos de la función renal, sobre todo si es diabético, hipertenso, obeso y si tiene antecedentes familiares de enfermedades renales.

Es significativo puntualizar la importancia de la donación de órganos, no sólo para ayudar a pacientes con ERC, sino con diversos tipos de enfermedades, ya que un donante puede salvar hasta 7 vidas. Es tarea de cada uno de nosotros concientizar a las personas que donar un riñón u otro órgano permite salvar o mejorar la calidad de vida de muchas personas mediante un acto absolutamente voluntario, libre y altruista.

En 2016, se realizaron en Argentina 1.121 trasplantes renales, siendo 740 con donantes fallecidos y 381 con donantes vivos. Toda persona mayor de 18 años puede manifestar la voluntad afirmativa o negativa de donar órganos firmando un acta de expresión en el INCUCAI, en los organismos jurisdiccionales de ablación e implante, o en la sección Documentación de la Policía Federal; o asentándolo en el Documento Nacional de Identidad en las oficinas del Registro Civil. De no existir manifestación expresa, la Ley de Trasplante presume que la persona es donante y el organismo responsable solicita a la familia su testimonio sobre la última voluntad del fallecido.

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Patologías del invierno

Durante la época invernal, se intensifican las consultas por patologías respiratorias, siendo las más frecuentes: resfríos, gripes, bronquitis, faringitis y neumonías – aunque no debemos dejar de incluir las intoxicaciones por monóxido de carbono.

En esta época del año, la población más vulnerable a las patologías del invierno son los niños menores de 5 años y los adultos mayores.

Patologías del invierno: generalmente causadas por virus y bacterias

Resfrío: tiene una duración de 3 y 5 días y conlleva síntomas como: congestión o secreción nasal, tos, estornudos, dolor de garganta, fiebre baja y dolores de cabeza.

Gripe: su duración oscila entre los 5 y 10 días, y presenta síntomas similares al resfrío pero más intensos, apareciendo también dolor muscular, fatiga.

Bronquitis: puede ser una bronquitis aguda o bien una bronquitis crónica que se agudiza durante la época. Se presenta con tos persistente y expectoración, fiebre, cansancio, decaimiento, dificultad para respirar y dolor en parrilla costal.

Faringitis: se manifiesta a través de dolor de garganta intenso, fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular e inflamación ganglionar en el cuello.

Neumonía: es la principal causa de internación en esta época del año. Presenta fiebre alta, dolor de espalda, tos con expectoración, malestar general con presencia de dolores musculares

Las patologías respiratorias son de fácil contagio entre las personas.

¿Cómo evitar el contagio y la propagación de gérmenes?

  • Ventile su casa durante el día aproximadamente unos 20 minutos.
  • Cúbrase la boca al toser o estornudar usando el antebrazo.
  • Lave de manera habitual sus manos con agua y jabón.
  • Evite cambios de temperatura brusca.
  • Vacúnese contra la influenza y el neumococo. Ésta es la medida de prevención más eficaz en aquellas personas vulnerables.
  • Evite el contacto directo con personas contagiadas.
  • Consuma alimentos con alto porcentaje de vitamina C.
  • Utilice pañuelos descartables para impedir que “reinfecte” sus propias manos.
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Hipertensión arterial, todo lo que tenés que saber.

La hipertensión arterial es la elevación persistente de la presión arterial por encima de los valores establecidos como normales por consenso. Se ha fijado en 140 mm Hg para la sistólica o máxima y 90 mm Hg para la diastólica o mínima.

Si no se controla, la hipertensión puede provocar complicaciones tanto en el corazón como en los vasos sanguíneos pudiendo llegar a ocasionar  un infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, aneurismas, accidentes cerebrovasculares , alteraciones renales y hasta visuales .

Las consecuencias de la hipertensión para la salud se pueden agravar por otros factores ; entre ellos cabe citar el consumo de tabaco, una dieta poco saludable, el uso nocivo del alcohol, la inactividad física y la exposición a un estrés permanente, así como la obesidad, el colesterol alto y la diabetes mellitus, sin dejar de lado los antecedentes familiares.

 

Consumo de sal 

Entre las posibles causas de la hipertensión arterial se encuentra el consumo excesivo de sal de mesa.

Aproximadamente, en uno de cada tres casos de hipertensión, los valores aumentan tan pronto como los pacientes ingieren un exceso de sal, mientras que su eliminación de la dieta obra un descenso considerable de la presión arterial. Por tanto, la presión arterial de estos individuos es sensible al consumo de sal.

Estrés 

Es probable que el estrés también sea uno de los desencadenantes de la hipertensión arterial. Las hormonas del estrés, las denominadas catecolaminas, provocan la contracción de la musculatura de los vasos sanguíneos elevando  la presión arterial.

Sobrepeso

El sobrepeso también puede propiciar la aparición de hipertensión arterial. Las personas con exceso de peso u obesidad suelen presentar una presión arterial demasiado elevada.

Alcohol y nicotina 

El alcohol y la nicotina también se incluyen entre las causas responsables de la hipertensión arterial. Incluso en cantidades reducidas, el alcohol incrementa la presión arterial, ya que activa el sistema nervioso y hace que el corazón lata más deprisa y bombee más sangre.

El alcoholismo crónico deriva en muchos casos en hipertensión arterial permanente.

 

 

Aunque el tabaquismo no ejerza una influencia directa sobre la aparición de la hipertensión arterial, la nicotina aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar enfermedades secundarias como infartos o accidentes cerebrovasculares. Dejar de fumar contribuye en gran medida a disminuir la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, así como diversas patologías de las vías respiratorias y cánceres.

 

Tips de prevención 

Uno de sus mayores peligros es que se trata de un mal silencioso, uno puede tener la tensión arterial elevada y no mostrar síntomas.  Es por ello que todos los adultos deberían medir su tensión arterial periódicamente, ya que es importante conocer los valores. Si los resultados son elevados, han de consultar a un medico.

A algunas personas les basta con modificar su modo de vida para controlar la tensión arterial, como abandonar el consumo de tabaco, adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio  y evitar el consumo nocivo del alcohol. La reducción de la ingesta de sal también puede ayudar. A otras personas, estos cambios les resultan insuficientes y necesitan tomar medicamentos con prescripción médica.

Las personas con hipertensión que también tienen un alto nivel de azúcar en sangre,  colesterol elevado, o insuficiencia renal corren un riesgo incluso mayor de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular. Por tanto, es importante hacerse revisiones periódicas con su médico de cabecera, quien le solicitara los análisis necesarios.

Recomendaciones:

  • Promover un modo de vida saludable, eligiendo una nutrición adecuada de niños y jóvenes;
  • Reducir la ingesta de sal a menos de 5 g al día (algo menos de una cucharilla de café al día);
  • Comer cinco porciones de fruta y verdura al día, es decir adoptar un Plan de comidas DASH (Dieta rica en frutas, vegetales y productos lácteos descremados)
  • Reducir la ingesta total de grasas, en especial las saturadas.
  • Evitar el uso excesivo del alcohol.
  • Realizar actividad física de forma regular y promover la actividad física entre los niños y los jóvenes (al menos 30 minutos al día). Mantener un peso normal, se reducen de 5 a 20 mmhg  de presión sistólica x cada 10 kg de pérdida de peso.
  • Abandonar el consumo de tabaco y la exposición a los productos de tabaco.
  • Gestionar el estrés de una forma saludable, por ejemplo mediante meditación, ejercicio físico adecuado y relaciones sociales positivas.
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ACV en mujeres (Accidente Cerebrovascular)

El ACV es la segunda causa de muerte en el mundo y la primera de discapacidad.
A pesar de que los factores de riesgo cardiovascular son los mismos tanto para hombres como para mujeres (colesterol elevado, hipertensión arterial, tabaquismo, sedentarismo, obesidad, etc.), las condiciones “femeninas” como ser las hormonas, los embarazos, la salud reproductiva y el parto nos diferencian.

En la Argentina existen 80 mil casos anuales de ACV, es decir que entre el 52% y el 55% de los casos ocurre en mujeres. Además y en relación a las tasas de mortalidad por tumores malignos de mamas., cerca del doble de mujeres fallece por enfermedades cerebrovasculares.

Hasta los 75 años, el ACV afecta por igual a hombres y mujeres. A partir de esa edad es mas frecuente en mujeres. Sin embargo, la mortalidad es mucho mayor en ellas, por lo que se debe motivar la toma de conciencia sobre su importancia, brindando información actualizada, estimulando la prevención y la adopción de conductas saludables desde edades tempranas, contribuyendo a mejorar su diagnóstico, tratamiento y pronóstico.

El 67% de las muertes por enfermedad cerebrovascular ocurre en el género femenino, siendo, además, mayor las secuelas en las mujeres que en los hombre ya que ellas presentan más cuadros de depresión, demencia, limitación física y restricciones en actividades de la vida diaria.

Observaciones a considerar:

* Uno de los principales factores es la hipertensión arterial, que suele ser más elevadas entre las mujeres. Alrededor del 65%y 70% de las mujeres mayores de 60 años son hipertensas.

* La terapéutica de reemplazo hormonal en la menopausia también incrementa el riesgo de eventos vasculares durante los primeros 12 a 18 meses de tratamiento.

* El hecho de haber experimentado hipertensión o diabetes durante el embarazo incrementa bastante el riesgo de presentar estas condiciones en el futuro y de padecer alguna enfermedad cardiovascular; especialmente si la hipertensión se expresa como pre-eclampsia (con edemas en las piernas) o eclampsia (con convulsiones).

* Se sugiere, entonces, que en todas las mujeres, independientemente de su edad, el médico pregunte cómo fueron sus embarazos ya que estos antecedentes constituyen un marcador de riesgo anticipado que permite tomar medidas de prevención, como adicionar un fármaco antihipertensivo o una estatina (reductor de colesterol y del riesgo cardiovascular).

* La hipertensión también ha crecido en mujeres jóvenes, al igual que el ACV. Las posibles causas son, por ejemplo, el incremento en el hábito tabáquico y el mayor stress.

* El ejercicio moderado ayuda a reducir un 20% el riesgo de ataque cerebral en mujeres.

Importancia del chequeo anual

Con el fin de prevenir el desarrollo de eventos cardiovasculares graves (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y/o muerte súbita) se recomienda la realización anual de un chequeo general. Dicho chequeo debe incluir: pruebas de laboratorio, electrocardiograma y estudios modernos de diagnóstico por imágenes, con el objetivo de prestar atención en los factores de riesgo que pueden ser totalmente modificables.

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Deshidratación

La deshidratación ocurre cuando existe una pérdida excesiva de líquidos corporales que no son repuestos. Ciertos minerales, como ser el sodio, el potasio y el cloro, también están involucrados en el mantenimiento de un equilibrio de líquidos saludable.

La deshidratación puede ocurrir lenta o rápidamente, según la manera en que se pierda el líquido y la edad del paciente. Los niños pequeños y los bebés tienen más probabilidades de deshidratarse que los adultos, y los adolescentes pueden resistir mejor a los desequilibrios de líquidos.

La deshidratación puede ser muy peligrosa si no es tratada a tiempo, ya que los órganos no consiguen funcionar correctamente.

La deshidratación grave es considerada una emergencia ya que de no ser tratada de manera correcta y oportuna puede, incluso, ser mortal.

Causas de Deshidratación:

  • Enfermedades como gastroenteritis  que provocan diarreas y vómitos.
  • Enfermedades crónicas como la diabetes no tratada.
  • Enfermedades renales, alcoholismo, etc.
  • Falta de ingesta suficiente de líquidos durante la época de verano /altas temperaturas.
  • Sudoración excesiva por actividad física durante una ola de calor.
  • Fiebre alta.

 

Síntomas:

Señales de la deshidratación leve o moderada:

– Sed.
– Boca seca o pegajosa.
– Orina amarilla oscura u orina poco
– Dolor de cabeza.
– Piel seca y fría.
– Calambres musculares.

Señales de la deshidratación grave:

– Orina amarilla muy oscura o de color ámbar o no orinar.
– Piel seca y arrugada.
– Irritabilidad o confusión.
– Mareos o desvanecimiento.
– Latidos cardíacos rápidos.
– Respiración rápida.
– Ojos hundidos.
– Apatía.
– Hipotensión arterial.
– Alteración del estado de consciencia.

Ante estos síntomas es importante concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para tratar al paciente.

 

Un bebé o niño menor de 5 años deshidratado puede presentar los siguientes síntomas:

– Más sed que de costumbre.
– Llanto sin lágrimas.
– Boca seca.
– No orina con frecuencia.
– Ojos hundidos.
– Vómitos.
– Va de cuerpo seguido.
– Materia fecal con moco o sangre.
– Irritabilidad, decaimiento, no quiere beber o presenta fiebre.

Ante la presencia de estos síntomas, se debe consultar rápidamente al médico.

 

Tratamiento

La reposición de líquido y de electrolitos perdidos, es fundamental en la persona deshidratada.

En casos de deshidratación leve a moderada, se debe tomar agua (en pequeñas cantidades para probar tolerancia oral) o consumir sales de rehidratación (si así lo aconseja el médico).

Es importante evitar el consumo de infusiones caseras, café, gaseosas y alcohol. En el caso de los lactantes, se debe continuar, en lo posible, con el consumo de leche materna.

Si la deshidratación es grave o el enfermo no puede retener el líquido, se debe plantear internación para la administración de líquidos y electrolitos por vía intravenosa.

 

Cómo prevenirla:

  • Tomar más líquido del habitual (8 vasos de agua segura a diario).
  • Salir a la calle acompañado de una botella con agua.
  • No esperar a tener sed para hidratarse.
  • Acompañar todas las comidas con agua.
  • Ofrecer, constantemente, agua a los niños y a los adultos mayores.
  • En el caso de los bebés, amamantarlos con regularidad.
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Dengue – Medidas preventivas y manifestaciones clínicas

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes Aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad.

El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.

Las personas infectadas presentan viremia (virus presente en el torrente sanguíneo) desde un día antes y hasta cinco o seis días posteriores a la aparición de la fiebre.

Manifestaciones clínicas

El Dr. Silvio Aguilera (MN 52003), Emergentólogo y Director Médico de vittal, señala que la infección por dengue puede ser clínicamente inaparente o puede causar una enfermedad de variada intensidad; es una enfermedad sistémica y muy dinámica.

Las infecciones sintomáticas pueden variar desde formas leves de la enfermedad, que sólo se manifiestan con un cuadro febril agudo, de duración limitada (2 a 7 días); a otros cuya fiebre se asocia a intenso malestar general, cefalea, nauseas-vómitos, cansancio intenso, dolor retro ocular, dolor muscular y dolores articulares.

Durante la etapa febril, el paciente puede manifestar, además, astenia, exantema, prurito y síntomas digestivos tales como discreto dolor abdominal y, a veces, diarrea.

En no más del 50% de los casos, estos síntomas pueden acompañarse de un exantema (erupción cutánea) no patognomónico.

Algunos casos de dengue pueden evolucionar a formas graves en las que hay manifestaciones hemorrágicas, que pueden llevar a un cuadro de shock.

Recomendaciones importantes

El Dr. Aguilera recomienda: “ante síntomas de dengue, no se automedique. No tomar aspirinas, ibuprofeno ni aplicarse inyecciones intramusculares. Lo más conveniente es consultar al médico para que él indique la medicación adecuada”.

Prevención

La mejor forma de prevenir el dengue es eliminar todos los criaderos de mosquitos tanto dentro como fuera de la casa eliminando recipientes que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores) o vaciándolos permanentemente (portamacetas, bebederos).

También es importante prevenir la picadura del mosquito, colocando mosquiteros en las ventanas y puertas de las viviendas y usando repelentes sobre la piel expuesta y sobre la ropa con aplicaciones cada 3 horas. Recordar que ahora en verano primero se coloca el protector solar y luego de unos 20 minutos el repelente.

Recomendaciones sobre el uso de repelentes contra el dengue

Los repelentes de insectos son sustancias que, por su olor o naturaleza, ofrecen protección contra las picaduras de insectos. Se aplican sobre las diversas zonas del cuerpo mediante lociones, cremas, vaporizadores, roll-on, stick-gel, toallitas impregnadas, etc., a través de los cuales los principios activos son depositados sobre la piel. Generalmente aseguran una protección de 4 a 8 horas después de su aplicación.

Uno de los más utilizados es el DEET(N N-diethyl-m-toluamida). La concentración de DEET puede variar de un producto a otro y en las diferentes formas de presentación. La duración de la protección depende de la concentración: un producto con DEET al 10% protege durante 2/3 hs. aproximadamente, en cambio al 25% , la protección es de 6 hs. en promedio.

La Academia Americana de Pediatría recomienda que los repelentes que se usan en niños no deben contener más de un 30%de DEET.

NO SE RECOMIENDAN los repelentes de insectos para los niños menores de 2 meses de edad.

Debido a la situación epidemiológica actual del dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos, se han modificado las recomendaciones clásicas sobre el uso de repelentes, extremándose el cuidado de los niños a partir de los 2 meses de edad.

La Citronella es menos efectiva que la DEET y, en el contexto epidemiológico actual, se desaconseja su uso, los principales inconvenientes de este compuesto son su limitado efecto como repelente y que no tiene una acción duradera en el tiempo.

Para la aplicación de los repelentes, deben recordarse los hábitos de actividad de picadura del Aedes aegypti: es mayor en la mañana, varias horas después de que amanece y, en la tarde, horas antes de oscurecer.

Aplicación correcta de repelentes con DEET

Es importante tener en cuenta estas recomendaciones para evitar la aparición de efectos adversos por el uso de repelentes:

• Revisar la etiqueta del producto para encontrar información sobre cuánta cantidad de DEET contiene el repelente. Utilizar productos cuyas concentraciones no superen el 30%.

• Seguir siempre las instrucciones que están en la etiqueta del producto.

• No aplicar el repelente debajo de la ropa.

• No aplicar el repelente en cortaduras, heridas o piel irritada.

• No rociar productos con DEET en áreas cerradas.

• Para niños, el adulto debe aplicarlo en sus propias manos y después extenderlo sobre la piel del niño. Evitar aplicarlo en los ojos y boca del niño y usar cuidadosamente alrededor de sus oídos.

• No aplicar el repelente en las manos de los niños (los niños podrían poner sus manos en sus bocas).

• No permitir que los niños pequeños se apliquen ellos mismos el repelente.

• No utilizar repelentes asociados a protectores solares en la misma formulación.

Tratamiento

El tratamiento puede ser domiciliario indicando al paciente que concurra al centro de salud si aparecen los signos de alarma.

Se debe indicar reposo y reposición de líquidos (caldos, jugos de frutas, leche, sales de rehidratación. No administrar agua solamente).

Corresponde proteger al paciente de la picadura de mosquitos mientras se encuentre febril, para evitar la transmisión viral.

Se puede indicar Paracetamol para el dolor y la fiebre. Están contraindicados los otros anti-inflamatorios no esteroides (diclofenac, ibuprofeno, naproxeno, aspirina), corticoides, antibióticos.

El tratamiento de estos pacientes debe ser siempre hospitalario.

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Hemorragia – Primeros Auxilios

Estar capacitado puede salvar una vida ante una Hemorragia

Llamamos primeros auxilios a la serie de técnicas y procedimientos que debemos tener en cuenta en situaciones de emergencia o cuando una persona enferma o lesionada precisa ayuda.

La decisión de ayudar depende de nosotros. El detenernos a colaborar o el continuar nuestro camino es una resolución personal. No obstante, si pertenecemos a un equipo de rescatistas, ejercemos la medicina o es parte de nuestro desempeño el prestar primeros auxilios -y estamos en horario de trabajo-, en esos casos, sí tenemos la responsabilidad y la obligación de ayudar, siempre.

En el caso de las emergencias por lesiones, podremos ayudar, por ejemplo, a personas lastimadas con un elemento punzante, a quienes sufren una hemorragia visible en alguna parte del cuerpo o son víctimas de un traumatismo. Hoy conversaremos sobre cómo brindar primeros auxilios en estos casos.

 

Hemorragias visibles

La pérdida de sangre indica que hubo una ruptura de uno o varios vasos sanguíneos. Si la lesión es pequeña, podremos controlar la hemorragia fácilmente;  cuando el flujo sanguíneo es mayor, actuar con rapidez es vital. En todos los casos, mantener la calma y ejercer presión para detener la hemorragia es la mejor opción.

¿Cómo se detiene una hemorragia?

Antes de comenzar o mientras nos vamos acercando al lugar, debemos verificar que el sitio sea seguro, preguntar si hay un botiquín y utilizar guantes y protección ocular, si fuese posible. Luego, localizar el lugar de la hemorragia y presionar con una gasa, tela o toalla limpia, en la zona. Nunca presionemos directamente sobre la herida. Usemos la palma de la mano o las yemas de los dedos para hacer presión con firmeza. Como la verificación de la seguridad del lugar y la obtención de los elementos de higiene pueden demorar, si la víctima responde y puede ayudar, es aconsejable que comience a presionar en la herida por sí misma, mientras aguarda nuestra intervención.

¿Qué debemos hacer si la hemorragia no cede?

En este caso, agregar más gasa o tela absorbente pero sin retirar la anterior, para así evitar agrandar la lesión. Presionar con más firmeza. El hecho de estar perdiendo mucha sangre podría provocar en la víctima un estado de shock (síntomas: debilidad, mareos, desmayos; piel grisácea o pálida, fría y húmeda al tacto. En ocasiones, además, las personas en shock se encuentran inquietas, confusas o agitadas).

Cuando la hemorragia no se detiene o es muy abundante debemos llamar inmediatamente al número de emergencias. También debemos comunicarnos si la víctima presenta traumatismos o creemos que pudo golpearse la cabeza, lesionarse el cuello o la columna vertebral. Por último, si no estamos seguros de cómo proceder u observamos signos de shock, es preciso solicitar ayuda profesional.

 

Heridas sangrantes en la cara

Hemorragia bucal

En el caso de que el sangrado se encuentre en una zona visible como las mejillas, los labios o la lengua, presionar en la herida con una gasa o tela limpia aliviará inmediatamente el cuadro. Recordemos verificar la seguridad del lugar y utilizar guantes y protección ocular.

Cuando el sangrado ocurre en lugares de difícil acceso -como las zonas más profundas de la boca-, no podremos utilizar la presión. En estos casos, colocar a la víctima de costado puede ayudar a que no se ahogue y evitar que las vías aéreas se obstruyan con, por ejemplo, un trozo de diente roto. Si la hemorragia no se detiene o la respiración no es normal, llamar inmediatamente a un servicio de emergencias. Mientras, revisar si la víctima registra signos de shock y estar atentos y preparados para realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP).

 

Hemorragia nasal

Con tranquilidad, indiquemos a la víctima que se siente e incline la cabeza levemente hacia adelante. No debe inclinar la cabeza hacia atrás en ningún caso. Con las yemas de los dedos, presionemos ambas fosas nasales durante un instante para detener la hemorragia. Nunca apliquemos hielo sobre la frente o la nariz. Usar guantes y protección ocular. La presión debe efectuarse en las fosas nasales exclusivamente: nunca presionemos sobre el puente de la nariz.

Si la hemorragia persiste por más de 15 minutos o la víctima presenta dificultades para respirar, llamar inmediatamente al servicio de emergencia.

 

Los rasguños o lastimaduras menores

Las hemorragias pequeñas son fácilmente controlables. Si estamos en un lugar seguro y disponemos de elementos de higiene, rápidamente habremos solucionado el problema.

Lo primero que debemos hacer es lavar la herida, luego cubrirla con una gasa y presionar para detener la hemorragia. Las cremas antibióticas evitan infecciones y ayudan a la curación.

Hay pomadas que combinan varios antibióticos y suelen ser más efectivas que las que utilizan uno solo. En todo caso, estas cremas deben usarse únicamente en casos de heridas o rasguños superficiales.

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Diabetes – Tipos, síntomas y recomendaciones

¿Qué es la Diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos, y se genera cuando el organismo pierde la capacidad  de producir insulina o de utilizarla correctamente. Esta última es una hormona producida por el páncreas, la cual permite normalmente que la glucosa que se encuentra en los alimentos pase a las células del cuerpo -donde se convierte en energía-, logrando el funcionamiento  adecuado de los distintos músculos y tejidos.

Tipos de diabetes

1) Diabetes tipo I

Se produce cuando el organismo deja de producir la insulina que necesita. Suele aparecer en niños o jóvenes adultos. Las personas con este diagnóstico necesitan inyecciones de insulina a diario con el fin de controlar los niveles de glucosa en sangre.

Síntomas:

  • Aumento desmedido de sed.
  • Sequedad de boca.
  • Micción frecuente.
  • Cansancio extremo/falta de energía.
  • Apetito constante.
  • Pérdida de peso repentina.
  • Lentitud en la curación de heridas.
  • Visión borrosa.

Las personas con este tipo de diabetes  pueden llevar una vida normal y saludable mediante una combinación de terapia diaria de insulina, estrecho control médico, dieta sana y ejercicio físico habitual.

2) Diabetes tipo II

Es el tipo más común y es habitual que se manifieste en adultos. En este caso, el organismo puede producir insulina, pero o bien  la cantidad no es suficiente, o el organismo no responde a sus efectos, provocando una acumulación de glucosa en la sangre.

Las personas con este tipo de diabetes podrían pasar mucho tiempo sin darse cuenta de su enfermedad debido a que los síntomas podrían tardar años en aparecer o en reconocerse, tiempo durante el cual el organismo se va deteriorando debido al exceso de glucosa en sangre. A muchas personas se les diagnostica tan sólo cuando las complicaciones se manifiestan.

Factores de riesgo:

  • Obesidad.
  • Mala alimentación.
  • Falta de actividad física.
  • Edad avanzada.
  • Antecedentes familiares de la enfermedad.

Los pacientes con este tipo de diabetes NO suelen necesitar dosis diarias de insulina. Sí un estricto control médico, medicación oral, una dieta sana y el aumento de la actividad física.

3) Diabetes gestacional

Este tipo se desarrolla sólo en el embarazo y puede causar complicaciones durante la gestación y el parto. Aunque tiende a desaparecer después de dar a luz, es importante estar informadas y saber cómo actuar; para diagnosticarla es necesario someterse a pruebas médicas, ya que se trata de una afección cuyos síntomas pasan desapercibidos para las madres.

En estos casos, los niveles alcanzan valores superiores a los normales, que son menos de 110 mg/dl en ayunas y menos de 140 mg/dl después de las comidas, pero no llegan a ser lo suficientemente altos como para diagnosticar una diabetes crónica.

Factores que pueden producirla:

  • Sobrepeso y obesidad.
  • Tener familiares directos que hayan padecido diabetes gestacional.
  • Tener familiares directos que padecen diabetes de tipo 2.
  • Antecedentes de diabetes gestacional en otros embarazos.

Complicaciones diabéticas

Quienes poseen esta enfermedad corren un mayor riesgo de desarrollar una serie de problemas graves de salud. Pudiendo llegar a afectar al corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. Además, existe un  mayor riesgo de desarrollar infecciones.

Recomendaciones:

  • Mantener los niveles de glucemia, de presión arterial y de colesterol cercanos a lo normal puede ayudar a retrasar o prevenir las complicaciones diabéticas.
  • Necesitan hacerse revisiones con regularidad para detectar posibles complicaciones.
  • Un análisis de sangre puede mostrar si posee esta enfermedad.
  • El ejercicio, el control de peso y respetar el plan de comidas puede ayudar a controlar la diabetes.
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Ataque cerebral – Síntomas, tipos y tratamientos.

¿Qué es el ataque cerebral?

El ataque cerebral es una urgencia médica causada por la brusca pérdida de flujo sanguíneo al cerebro.

Existen dos tipos de afecciones: el más común denominado ataque cerebral isquémico, causado por un coágulo que bloquea a un vaso sanguíneo en el cerebro; el otro tipo, llamado ataque cerebral hemorrágico, es causado por la ruptura de un vaso sanguíneo que sangra hacia dentro del cerebro.

Cualquiera de las dos situaciones lleva, en apenas pocos minutos, a que las neuronas se debiliten o mueran ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar.

Por medio del reconocimiento temprano de los síntomas y de la búsqueda inmediata de atención médica se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y de discapacidad.

 

Síntomas de un derrame cerebral:

  • Entumecimiento o debilidad repentinos en el rostro, brazos o piernas (especialmente de un lado del cuerpo).
  • Confusión súbita, dificultad para hablar o entender.
  • Problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos.
  • Dificultad repentina para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o poca coordinación de los movimientos.
  • Dolor de cabeza súbito y severo sin causa conocida.

 

¿Qué hacer ante un ataque?

  • Acostar a la persona para que no se caiga, teniendo la precaución de que sea sobre uno de sus lados.
  • Llamar rápidamente al servicio de emergencias médicas, ya que ésta es considerada una Emergencia Neurológica.
  • No administrar medicación.
  • Anotar la hora de inicio de síntomas.

 

Factores de riesgo

  • Hipertensión arterial: está presente en casi el 80% de los pacientes que sufren un ataque cerebral en la Argentina
  • Diabetes: el 22% de los pacientes que sufren un ataque cerebral son diabético.
  • Tabaquismo: el riesgo aumenta entre un 50% y un 70% en fumadores y el impacto es aún mayor en mujeres.
  • Colesterol alto.
  • Alcoholismo.

 

Prevención

  • Estricto control de la presión arterial, diabetes y enfermedades del corazón.
  • Abandono total del cigarrillo.
  • Dieta y ejercicio físico bajo supervisión médica.

 

Diagnóstico

Cuanto antes se realice el diagnóstico, más posibilidades de tratamiento y recuperación tendrá el paciente.
Un adecuado diagnóstico es fundamental para poder prevenir un segundo evento, el cual es de probabilidad relativamente alta.
Tratamiento

  • El tratamiento que se puede aplicar depende del tipo de ataque cerebral, la edad, el estado de salud y el tiempo transcurrido.
  • Los nuevos tratamientos sólo funcionan si son aplicados dentro de las cuatro primeras horas de presentados los síntomas, tratando de disolver el coagulo o controlando la hemorragia; la terapia medicinal con anticoagulantes y antiplaquetarios es el tratamiento más común para el ataque cerebral.
  • No todos los pacientes reciben el mismo tratamiento.
  • La rehabilitación posterior al ataque cerebral ayuda a las personas a superar las discapacidades causadas por el derrame.

El tiempo perdido es cerebro perdido

 

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Cefaleas (Dolores de cabeza) – Tipos, recomendaciones, mitos y realidades.

Las cefaleas (dolores de cabeza) son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso y afecta a personas de todas las edades. Es además de una de las principales causas de consulta médica a nivel mundial, se calcula que un 47% de los adultos han sufrido por lo menos una cefalea en el último año; de ellos, sólo una minoría recibió un diagnóstico apropiado formulado por un profesional.

Tipos de cefaleas

 

  • Cefalea tensional

    Es la cefalea primaria más común, se observa en más del 70% de ciertos grupos de población y afecta más a las mujeres que a los hombres (relación de 3:2).
    Suele empezar en la adolescencia.
    Cuando es episódica, los episodios duran por lo general unas pocas horas, pero pueden persistir varios días.
    Síntomas:
    – El paciente la describe como una especie de opresión alrededor de la cabeza, que a veces se irradia al cuello o desde éste.
    – Puede guardar relación con el estrés o con problemas osteomusculares del cuello.

  • Migraña (jaqueca)

    Es una cefalea primaria, causada por la activación de un mecanismo encefálico que conduce a la liberación de sustancias inflamatorias y causantes de dolor alrededor de los nervios y vasos sanguíneos de la cabeza.
    Suele aparecer en la pubertad y afecta principalmente a personas de 35 a 45 años de edad.
    Es recurrente, a menudo dura toda la vida y se presenta episódicamente.
    Síntomas:
    – Cefalea de moderada e intensa.
    – Náuseas (el síntoma más característico).
    – Dolor de un sólo lado de la cabeza, a veces pulsátil.
    – Empeora con la actividad física ordinaria.
    – Puede durar algunas horas y hasta 2 ó 3 días.

  • Cefalea en brotes
    Es una cefalea primaria relativamente rara. Afecta a menos de 1 en 1000 adultos y es más frecuente en los hombres que en las mujeres (relación de 6:1).
    Generalmente se presenta a partir de los veintitantos años.
    Puede ser episódica o crónica.
    Síntomas:
    – Se caracteriza por episodios recurrentes, breves pero sumamente dolorosos, de cefalea
    – Dolor en torno a un ojo, que lagrimea y se enrojece.
    – Se acompaña de rinorrea u obstrucción de la fosa nasal del lado afectado.
    – El párpado puede estar caído.
  • Cefalea por uso excesivo de analgésicos (cefalea de rebote)
    – Es la forma más común de cefalea secundaria, causada por el consumo crónico y excesivo de medicamentos para combatir las cefaleas. Es aquella que regresa después de que desaparece el efecto de un medicamento que se tomó para tratar el dolor de cabeza inicial.
    – Los síntomas de las cefaleas de rebote son los mismos que los del primer dolor de cabeza.
    – Se caracteriza por ser opresiva, persistente y generalmente peor al despertar.

 

Recomendaciones (para todo tipo de cefaleas):
– Supresión de factores desencadenantes.
– Lucha contra el estrés.
– Dieta.
– Supresión del cigarrillo.
– Regularización del sueño (se aconseja dormir entre 6 y 8 horas diarias).
– Actividad física.
– Ruptura de la rutina diaria.

cerebro cefalea dolor de cabeza migranaMitos y realidades

 

MITO: No tener náuseas es no tener migraña.

Falso. La migraña tiene varias formas de presentación y síntomas acompañantes. La ausencia de síntomas que acompañan el dolor no descarta el diagnóstico. 

MITO: Tener dolor de cabeza con el período menstrual es algo normal.

Falso. Lo normal es no presentar dolor de cabeza. Las cefaleas son una enfermedad y requiere la evaluación y la atención de personal médico.

MITO: Cuando a una persona le da dolor de cabeza es porque le va a dar un aneurisma.

Falso. La migraña no genera alteraciones en la estructura del cerebro, por tanto no ocasiona aneurismas.

MITO: Para hacer el diagnóstico de migraña se necesita hacer una tomografía (TAC) o resonancia cerebral.

Falso. El diagnóstico de la migraña se hace con un interrogatorio y un examen físico adecuado.

MITO: La migraña es una enfermedad psicológica producida por el estrés.

Falso. La migraña es producida por la alteración de sustancias y circuitos del cerebro, por lo que el estrés y los trastornos psicológicos aumentan la intensidad del dolor, pero no la producen.

MITO: En la menopausia se quita el dolor de cabeza.

Falso. Existen dolores relacionados con alteraciones hormonales y otros generados por diferentes causas, por lo tanto el dolor no cede en la menopausia.

MITO: Los niños menores de 12 años no pueden presentar dolor de cabeza.

Falso. No existe límite determinado de edad para la aparición del dolor.


Muchas personas que sufren este problema no tienen diagnóstico ni se las trata porque se presentan generalmente por episodios, no son mortales ni se contagian. Para atender las cefaleas correctamente es necesario que la detección y el diagnóstico sean exactos, que se proporcione tratamiento con medicamentos eficaces y una prescripción de modificaciones sencillas del modo de vida del paciente.

 

¡RECUERDEN! Ante el primer síntoma, consulte con el médico. Él sabrá qué hacer.

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Alergia – Tipos, Síntomas y Recomendaciones.

La alergia es una reacción exagerada del organismo (sistema inmunitario) a una sustancia que reconoce como extraña y dañina (alérgeno) que es inofensiva para la mayoría de las personas; desencadenando una serie de síntomas característicos que es lo que conocemos como reacción alérgica.

Estas reacciones pueden estar limitadas a una pequeña área del cuerpo o pueden afectarlo en su totalidad.

La alergia estacional generalmente se puede presentar en cualquiera de las estaciones, según la tolerancia de cada uno. (Ver enfermedades de verano, Ver enfermedades de invierno)

Las causas más frecuentes de reacciones alérgicas son producidas por:

  • Polvos, pólenes (son los responsables de estas reacciones durante la primavera), ácaros (generalmente causan alergia a lo largo del año) y moho (puede causar alergia estacional o todo el año)
  • Alimentos: leche de vaca, huevo, pescado, crustáceos, soja, frutos secos, trigo y derivados de estos alimentos que conserven las proteínas alergénicas.
  • Picaduras de insectos.
  • Plantas.
  • Medicamentos.

Tipos de alergia:

Conjuntivitis alérgica – Afecta a los ojos

Se produce cuando la capa transparente de tejido que recubre los párpados y cubre la parte blanca del ojo (conjuntiva) se inflama debido al contacto con alguna sustancia alergénica.

  • Síntomas: picazón, ojos rojos, lagrimeo, secreción acuosa algo mucosa, edema palpebral, fotofobia, sensación de cuerpo extraño en el ojo.
  • Recomendaciones:

· Mantener la higiene del hogar.
· Usar colchones y ropa de cama sintéticos.
· Evitar el contacto con alfombras, cortinas y peluches.
· Evitar animales domésticos.

Rinitis alérgica – Afecta a la nariz

Puede ser estacional o durar todo el año. Se produce cuando se inflama la mucosa nasal. Los síntomas se presentan cuando se inhala algo a lo que uno es alérgico, como ser el polvo, polen, moho etc.

  • Síntomas: picazón nasal (a veces provoca picazón en el paladar, los ojos y oídos), ojos llorosos, estornudos, goteo, congestión y obstrucción nasal, dolor de cabeza.
  • Recomendaciones:
    · Reduzca el polvo en el hogar.
    · Controle el moho en espacios interiores y exteriores.
    · Evite la exposición al polen de las plantas y los animales.

Urticaria – Dermatitis – Afecta a la piel

Se trata de ronchas rojizas, elevadas y, a menudo, pruriginosas que aparecen en la superficie de la piel, usualmente como reacción alérgica a alimentos o medicamentos, al contacto con sustancias alergénicas, exposición extrema al frío o al sol, transpiración excesiva, etc.

  • Síntomas: prurito, inflamación de la superficie de la piel con ronchas.
  • Recomendaciones:
  • Evitar exposiciones a los irritantes o alérgenos conocidos.

Asma bronquial – Afecta a los bronquios

Es causada por una inflamación de las vías respiratorias lo que reduce la cantidad de aire que puede pasar a través de éstas.

En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la inhalación de sustancias  llamadas alérgenos.

  • Síntomas: tos con o sin expectoración, dificultad respiratoria, sibilancias, taquicardia, ansiedad, etc.
  • Recomendaciones:
    · Control ambiental: si existe la sospecha de que algún factor en el ambiente influye en el problema, tratar de evitar o eliminar completamente ese factor.
    · Controles habituales con médico de cabecera.

Anafilaxia – Afecta a todo el organismo

Reacción alérgica grave, multisistémica (dos o más sistemas orgánicos afectados), que se inicia y progresa rápidamente después de la penetración de un alérgeno al cual el sujeto está sensibilizado y puede poner en peligro la vida de las personas. Generalmente es causado por alimentos, medicamentos o picaduras de insectos. Requiere atención médica urgente y supone riesgo de muerte.

  • Síntomas:

    · Piel: palidez, sudoración, comezón, ronchas, edema generalizado o regional.

    · Cardiovascular: taquicardia, hipotensión, arritmias ventriculares, pulso débil, ruidos cardiacos irregulares o débiles, extremidades frías y desmayo.

    · Sistema Respiratorio: edema de glotis, disnea, disfonía, estridor (respiración ruidosa), sibilancias, cianosis (coloración morada en labios, uñas u otros sitios).

    · Sistema Digestivo: principalmente diarrea y vómitos.

    · Sistema Nervioso: ansiedad, desorientación, mareos, parestesias (frío o entumecimiento en las extremidades o la cara), convulsiones y pérdida de la conciencia.

  • Recomendaciones:

    · Comuníquese rápidamente con el sistema de emergencia.

Una reacción alérgica puede manifestarse de distintas maneras, y tanto los síntomas como su intensidad varían según cada persona.

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Enfermedades de invierno. Como diferenciarlas, prevenirlas y combatirlas

Llegada la época invernal se intensifican las consultas por patologías respiratorias, siendo las más frecuentes: resfríos, gripes, bronquitis, faringitis y neumonías.

Resfrío: Su duración es de 3 a 5 días y provocan síntomas como: Congestión o secreción nasal, tos, estornudos, dolor de garganta, fiebre baja y dolores de cabeza.

Gripe: su duración es entre 5 a 10 días presenta síntomas similares al resfrío pero más intensos, apareciendo dolor muscular y fatiga.

Bronquitis: puede ser una bronquitis aguda o bien una bronquitis crónica que se agudiza en la época. Se presenta con tos persistente con expectoración, fiebre, cansancio, decaimiento, dificultad para respirar y dolor en parrilla costal

Faringitis: se manifiesta con dolor de garganta intenso, fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular e inflamación ganglionar en el cuello.

Neumonía: es la principal causa de internación en esta época del año. Presenta fiebre alta, dolor de espalda, tos con expectoración, malestar general con presencia de dolores musculares.

 

¿Cómo podemos evitar el contagio y la propagación de gérmenes?

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  • Ventile su casa durante el día aproximadamente unos 20 minutos.
  • Cúbrase la boca al toser o estornudar usando el antebrazo.
  • Lave de manera habitual sus manos con agua y jabón.
  • Evite cambios de temperatura brusca.
  • Vacunarse contra la influenza y el neumococo es la medida de prevención más eficaz en aquellas personas vulnerables.
  • Evite el contacto directo con personas contagiadas.
  • Consuma alimentos con alto porcentaje de vitamina C.
  • Utilice pañuelos descartables; ellos impedirán que este constantemente “reinfectando” tus propias manos.

¿Cómo se puede diferenciar si el paciente padece Gripe A, gripe estacional o dengue?

La gripe (en sus diferentes cepas) se diagnostica por los siguientes síntomas: Fiebre mayor a 38 ºC, Tos, Congestión nasal, Dolor de garganta, de cabeza y muscular y Malestar generalizado.

En el dengue los síntomas son: fiebre alta y repentina, a menudo de hasta 40.5°C. De 2 a 5 días después de que la fiebre comienza, puede aparecer una erupción plana y roja sobre la mayor parte del cuerpo. Más adelante en el desarrollo de la enfermedad, se presenta una segunda erupción parecida al sarampión. Otros síntomas incluyen: Fatiga, Dolor de cabeza (especialmente detrás de los ojos), Dolores articulares (a menudo intensos) Dolores musculares (a menudo intensos), Náusea y vómitos, Inflamación de los ganglios linfáticos, Tos, Dolor de garganta, Congestión nasal, etc.

Enfermedades de invierno en niños

En esta época del año es necesario prevenir las enfermedades de invierno respiratorias en pediatría. En especial, en bebés y niños, teniendo en cuenta que, la población más afectada en esta época del año son los niños menores de 5 años, que puede padecer entre tres a cinco episodios anuales.

Gran parte de las enfermedades de invierno son respiratorias y producidas por 12 variedades de virus con más de 150 tipos diferentes, que terminan presentándose más frecuentemente en resfriados comunes, gripes, bronquitis y laringitis.

Bronquiolitis: se trata del primer episodio de sibilancias (silbido en el tórax al respirar) en un contexto de una enfermedad de invierno respiratoria Viral. Con un cuadro clínico con secreción nasal, tos, fiebre (que puede no estar), catarro y dificulta respiratoria (respira rápido) en lactantes menores de 24 meses, siendo el Virus Sincicial respiratorio (VSR) el germen más frecuente.

Laringitis aguda: Es una causa frecuente de obstrucción aguda de la vías aéreas superiores en la infancia. Es un síndrome caracterizado por la presencia de un grado variable de tos perruna o metálica, afonía, estridor y dificultad respiratoria.

Para prevenir dichas enfermedades de invierno es importante:

  • Lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.
  • Tapar su boca al toser o estornudar usando el antebrazo y NO sus manos
  • Sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses e incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé enferme y tenga pérdida de apetito.
  • Acostarlos boca arriba.
  • Tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día para reducir las complicaciones en la salud y la mortalidad por infecciones respiratorias.
  • Controles periódicos al médico.
  • Ventilar todos los ambientes a diario, por lo menos 20 minutos.
  • No fumar y mantener los ambientes libres de humo. Durante los primeros año de vida, los hijos de padres que fuman en casa tienen muchas más probabilidades de ser hospitalizados por bronquitis o neumonía que los de padres no fumadores.
  • Brindarles el abrigo necesario, se recomienda ponerle al bebé y al niño en ambientes fríos una gorra para mantener la temperatura corporal. Evitar el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar.

 

Si el bebé o niño presenta síntomas de una enfermedad de invierno Vacunaciónrespiratoria (fiebre, mocos, tos, dificultad para respirar, resfrío, inapetencia) hay que llevarlo al centro de salud u hospital, allí recibirá atención. NO automedicar.

 

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Enfermedades frecuentes de verano

Llega el verano, aumentan las temperaturas y hay cambios en nuestras rutinas. Las actividades al aire libre, la exposición al sol, el consumo de alimentos crudos o fuera del hogar, las dietas estrictas, el exceso de alcohol, el acceso a piletas, clubes, playas, etc. Muchos son los factores externos que pueden actuar como puerta de entrada de enfermedades estivales y dañarnos, si no tenemos una correcta prevención.

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Ataque cerebral – Aprendé a reconocerlo

Es una urgencia médica, causada por la brusca pérdida de flujo sanguíneo al cerebro. Existen dos tipos: el ataque cerebral isquémico, el más común, causado por un coágulo sanguíneo que bloquea a un vaso sanguíneo en el cerebro. El otro tipo, llamado ataque cerebral hemorrágico, es causado por la ruptura de un vaso sanguíneo que sangra hacia dentro del cerebro.
Cualquiera de las dos situaciones, en apenas pocos minutos, lleva a que las neuronas se debiliten o mueran, ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar.