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El importante rol del médico de familia

En el marco del Día Mundial del Médico de Familia -que se celebra el 19 de mayo- destacar la función de estos profesionales de la salud y retomar esta importante modalidad resulta fundamental para establecer controles de rutina que favorezcan el bienestar.

¿Qué rol cumplen los médicos de familia?

El rol que cumplen los médicos de familia es importante por más de una razón. Una de ellas es que impulsan el seguimiento de la salud primaria de las personas que componen el núcleo familiar y, con ello, favorecen los cuidados y los controles de rutina, sin dejar de lado el aspecto emocional de sus pacientes. Los médicos de familia acompañan a las personas a medida que crecen, creando un vínculo profesional pero también de confianza entre ellos.

El médico general o médico de familia atiende al individuo en el contexto de la familia y a la familia en el contexto de la comunidad de la que forma parte. Es competente clínicamente para proporcionar la mayor parte de la atención que necesita el individuo, después de considerar su situación cultural, socioeconómica y psicológica. En definitiva, se responsabiliza personalmente de prestar una atención integral y continuada a sus pacientes. Y es que este tipo de atención no está solo limitado a la situación de enfermedad. El seguimiento permite acceder a estrategias de prevención y de vida saludable.

A su vez, con cada vez más frecuencia los pacientes buscan contar con un médico que posea una visión integral, ya que hoy la medicina está muy fraccionada, con especialidades y subespecialidades. Así lo demuestra nuestra experiencia con vittaldoc, un servicio mediante el cual nuestros asociados pueden contactar a su médico de familia, programar una consulta, atenderse online y seguir en contacto por WhatsApp para solicitar órdenes, recetas, derivaciones y más.

En suma, si bien puede pensarse que esta modalidad cayó en desuso, la medicina familiar tuvo un fuerte dinamismo en los últimos años en Argentina. Es que el médico de familia continúa cumpliendo un rol fundamental tanto en el sistema de atención médica inmediata como en el cuidado de la salud integral familiar.

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Día Mundial de la Osteoporosis: la constancia en el tratamiento, un factor clave

La osteoporosis causa más de ocho millones de fracturas al año. Esta enfermedad reduce la densidad y la calidad de los huesos, volviéndolos frágiles y vulnerables a lesiones. La pérdida de hueso se produce de modo que no da síntomas hasta que ocurre la primera fractura.

Con el objetivo de concientizar sobre la importancia de esta enfermedad, cada 20 de octubre se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis.

¿Quiénes pueden padecer osteoporosis?

La edad está relacionada con el riesgo. Mujeres y hombres de más de 60 años tienen un mayor riesgo de tener osteoporosis que las personas más jóvenes. Una de cada tres mujeres y uno de cada 5 hombres mayores de 50 años sufren fracturas osteoporóticas.

Factores de riesgo y tratamiento

Asimismo, la inactividad física y el sedentarismo son factores de riesgo para el desarrollo de fracturas, como también lo es la alteración de la función neuromuscular, la reducción de la fuerza muscular y alteraciones de la marcha. El hábito de fumar también puede reducir la densidad ósea y este riesgo aumenta con la edad. Asimismo, el alcohol, en más de 4 unidades diarias, aumenta el riesgo en forma significativa, sobre todo el consumo a largo plazo.

El tratamiento para la osteoporosis comprende una gama de fármacos que van desde el suplemento de calcio y la vitamina D hasta diversos esquemas de entrenamiento físico. Estos reducen el riesgo de fracturas vertebrales en un 30-70% y de fracturas de cadera en un 40%.

Uno de los problemas más importantes del tratamiento es la baja adherencia de los pacientes al mismo ya que requiere constancia y es un tratamiento crónico y de por vida.

Osteoporosis y COVID-19

Por otro lado, en el marco de la pandemia por COVID-19, es importante recomendar a los pacientes que sufren osteoporosis que observen estrictamente el tratamiento médico. No aumenta el riesgo de contraer coronavirus o de tener complicaciones graves. No obstante, es fundamental mantenerse libre de fracturas, ya que los sistemas de salud están sobrecargados y las recomendaciones generales de evitar la concurrencia innecesaria a consultorios médicos y hospitales es de la mayor importancia en personas mayores.

Se recomienda que este grupo de riesgo de fractura tenga al menos un suministro de un mes de sus medicamentos durante el periodo de cuarentena recomendada.

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Adultos mayores y el contexto de pandemia: ¿cómo podemos ayudarlos?

En el marco del Día Internacional de las Personas Mayores, repasamos las características principales de este sector de la población que en muchas oportunidades no es valorado como debería y brindamos información acerca de cómo podemos ayudarlos y protegerlos en el contexto actual.

Sumado a las distintas vulnerabilidades que sufren quienes transitan la tercera edad, también se destaca el peligro frente al COVID-19: el mayor riesgo se presenta en los mayores de 80 años.

Adultos mayores y COVID-19

Las personas mayores desempeñan un papel importante en la sociedad como líderes, cuidadores y custodios de la tradición. Sin embargo, también son muy vulnerables y muchos caen en la pobreza, quedan discapacitados o sufren discriminación. A medida que mejora la ciencia, la tecnología y, con ellas, la atención médica, la población de personas mayores está creciendo, al igual que crecen sus necesidades.

Es importante destacar que en este contexto de pandemia por el COVID-19 las necesidades de los adultos mayores aumentaron de forma considerable. Aunque las personas de cualquier edad corren riesgo de contraer el virus, son los mayores de 65 años los que tienen mayor riesgo de mortalidad y enfermedad grave.

Esto se debe a que aproximadamente el 66% de las personas de 70 años o más tienen al menos una afección subyacente que los coloca en mayor riesgo de impacto severo y complicaciones por COVID-19. Los mayores de 80 años fallecen en una proporción 5 veces mayor que la población general.

Las desigualdades globales con respecto a la edad ya estaban presentes antes de la pandemia y hasta la mitad de las personas mayores en países en desarrollo no tenían acceso a los servicios de salud esenciales.

Sumado a esto, algunas personas mayores se ven en situación de vulnerabilidad con respecto al acceso virtual a los servicios de salud, al teletrabajo y pensiones, debido a que muchas veces no manejan o no disponen de este tipo de tecnología.

¿Cómo podemos ayudarlos?

En ese sentido, es muy importante el acompañamiento por parte de familiares y/o personas cercanas, respetando siempre la distancia física. En el caso de los mayores que sepan manejar la computadora, celular o tablet, se puede utilizar la tecnología para hacer llamados por teléfono, videoconferencias y contacto en redes sociales.

Asimismo, resulta fundamental que tener determinadas actividades que marquen los ritmos y ayuden a los ritmos biológicos, como peinarse, vestirse, hacer las cosas de la casa en determinados horarios y tratar de hacer actividad física en el hogar, dentro de las posibilidades.

Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera de suma importancia el Día Internacional de las Personas de Edad, ya que señala que es una ocasión perfecta para destacar los aportes que los mayores hacen a la sociedad y crear conciencia sobre las oportunidades y los desafíos del envejecimiento en el mundo de hoy.

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Tercera Edad: claves para cuidar la salud

A medida que avanza la edad, los cambios en el organismo van haciéndose presentes. Es importante saber que existen prácticas simples que ayudan a regularlos y permiten a las personas mayores gozar de una buena salud. En la siguiente nota, brindaremos algunas claves para cuidar la salud en esta etapa de la vida.

Alimentación equilibrada

Llevar una alimentación equilibrada es una de las claves fundamentales para que los adultos mayores puedan disfrutar de una vida saludable.

Los cambios en el aparato digestivo se manifiestan en el tránsito intestinal, siendo el más preocupante el estreñimiento (disminución de la frecuencia con que se evacua las heces). Los factores que contribuyen a este cuadro son: el efecto de medicamentos que alteran el tránsito intestinal, la falta de hidratación, el sedentarismo y la inmovilidad prolongada, el bajo consumo de fibras, vegetales y frutas, y ciertas enfermedades.

En este sentido, es fundamental consumir cuatro veces al día alimentos variados que contengan proteínas, hidratos de carbono, lípidos, sales minerales y vitaminas, e incorporar periódicamente alimentos ricos en fibras (frutas, verduras y granos enteros). Además, la comida debe ser de preparación simple, estimulante del apetito y de fácil masticación y digestión.

Recomendaciones para llevar una alimentación equilibrada

  1. Ingerir 4 o 5 porciones de leche, yogurt o queso descremados. Estos productos aportan proteínas, hierro, calcio, vitaminas y antioxidantes. El calcio es esencial ya que mantiene la fortaleza en los huesos y previene la osteoporosis.
  2. Reducir el consumo de sal.
  3. Disminuir el consumo de té o café porque alteran la calidad del sueño.
  4. Consumir abundantes líquidos (mínimo 2 litros por día). Con el envejecimiento disminuye nuestra percepción de la sed, pero nuestro cuerpo necesita del agua.

Actividad física regular

La mayoría de los adultos mayores puede realizar algún tipo de actividad física adaptada a su nivel de movilidad. Esto previene y propicia el tratamiento de la diabetes, el sobrepeso, la hipertensión arterial, la artrosis y la osteoporosis, favorece la función digestiva, mantiene la masa muscular y mejora la calidad de sueño. Una simple caminata durante 30 minutos a paso constante y sostenido, al menos 3 veces a la semana, resulta muy útil.

Cuidados generales

El cuidado de la piel también es muy importante, ya que ésta se vuelve más seca, pierde elasticidad y se hace más frágil a medida que envejecemos, facilitando la aparición de lesiones e infecciones. De igual manera merecen atención los pies, que pueden sufrir daños por causa de enfermedades, la mala circulación y las consecuencias de uñas mal cortadas o el uso de zapatos inadecuados. Los problemas de los pies son a veces la primera señal de problemas de salud como la artrosis, diabetes, trastornos neurológicos o circulatorios. Asimismo, la correcta salud de los dientes y la boca es esencial, ya que condiciona la ingesta de los alimentos necesarios para nutrirse.

En la tercera edad, puede producirse una disminución gradual de los sentidos, entre ellos la audición y la visión, debiendo evitar que estas situaciones lleguen a generar aislamiento social o algún accidente. La memoria también se ve afectada ante el proceso de envejecimiento pero mantenerse en actividad ayuda a combatir sus efectos.

Es importante destacar que los adultos mayores deben vacunarse periódicamente para poder prevenir enfermedades infecciosas graves. Las vacunas más útiles para este grupo son: Antigripal, Doble Bacteriana Difteria – Tétanos (cada 10 años), Hepatitis B y Antineumocócica.

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Osteoporosis: causas que la producen y hábitos para prevenirla

El 20 de octubre se conmemora el Día de la Osteoporosis, una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la masa ósea y afecta generalmente a las mujeres después de la menopausia. Existen ciertos hábitos simples que pueden incorporarse para prevenir esta enfermedad. Te contamos cuáles son y cómo llevarlos a cabo. Además, enterate cuáles son las principales causas que pueden producirla y cómo detectarla a tiempo. Todo lo que tenés que saber en esta nota.

Señales de alerta

En su etapa inicial, esta patología no suele presentar síntomas, por lo que casi siempre se descubre cuando se produce una fractura debido al adelgazamiento y debilitamiento de los huesos, especialmente en las caderas, muñecas y columna vertebral. Otras señales de alerta son el dolor de espalda, que puede ser causado por la fractura o el colapso de una vértebra, la pérdida de estatura con el transcurso del tiempo, y la postura encorvada.

Causas

  • Envejecimiento: la edad avanzada produce una disminución en la cantidad del hueso, por lo que cualquier persona puede padecerla.
  • Dieta pobre en calcio: el calcio es fundamental en la formación del hueso. Se encuentra sobre todo en la leche, derivados lácteos, pescado azul y frutos secos.
  • Inmovilización prolongada: ya sea por enfermedad o por sedentarismo.
  • Algunos medicamentos: por ejemplo, el uso prolongado de esteroides, antiepilépticos o fármacos para la tiroides.
  • El exceso de tabaco, alcohol o café.

¿Cómo prevenirla?

  1. Nutrición adecuada: ingerir alimentos con calcio, como la leche y derivados lácteos. Evitar el consumo excesivo de tabaco o alcohol.
  2. Ejercicio físico: mantener una vida activa y hacer alguna actividad deportiva razonable, adaptada a la edad y características de la persona.
  3. Densitometría: las normas internacionales indican realizar una densitometría a partir de los 64 años (salvo en pacientes con alto riesgo).
  4. Tomar sol en horas en que no haya riesgo de exposición a rayos ultravioletas ayuda a mejorar los niveles de vitamina D.

Estos cuatro hábitos simples y cotidianos ayudan a cuidar la salud de nuestros huesos, pudiendo así prevenir la Osteoporosis.

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Demencias: factores de riesgo, signos de alerta, síntomas

Las demencias, cuyos paradigmas son la enfermedad de Alzheimer y la Demencia Vascular, son enfermedades dependientes de la edad. En este sentido, el incremento de la expectativa de vida también determinó el crecimiento exponencial de estas patologías. En la siguiente nota, te contamos cuáles son los factores de riesgo que deben controlarse para prevenir dichas enfermedades y cuáles son los síntomas más comunes que suelen presentarse.

Factores de riesgo

Es importante destacar que, si bien las demencias afectan a personas mayores, no constituyen una consecuencia normal del envejecimiento. Sin embargo, debemos controlar los factores de riesgo vascular durante la edad media de la vida para prevenir el deterioro cognitivo en la vejez como:

  • Hipertensión arterial.
  • Diabetes.
  • Colesterol.
  • Obesidad.

Según la Organización Mundial de la Salud, en el todo mundo hay más de 50 millones de personas que padecen algún tipo de demencia. Estos cuadros son causados por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria, caracterizándose por producir déficit en más de un dominio cognitivo, incluyendo el deterioro de la memoria, la comprensión, la orientación, el intelecto, el comportamiento y la capacidad de realizar actividades de la vida diaria.

Síntomas

La sintomatología de las demencias constituye una de las principales causas de discapacidad y dependencia, generando un impacto físico, psicológico, social y económico no sólo en las personas que las padecen sino también en sus familias. Las demencias impactan en cada persona de manera diferente, pero los síntomas más comunes suelen ser:

En una primera etapa: signos tempranos de alerta 

  • Olvido.
  • Pérdida de la noción del tiempo.
  • Desubicación espacial incluso en lugares conocidos.

A medida que la enfermedad evoluciona:

  • Olvido de acontecimientos recientes y nombres de personas cercanas.
  • Dificultad para comunicarse.
  • Cambios en el comportamiento.
  • Reiteración de comentarios y preguntas.

Etapa avanzada:

  • Alteraciones de la memoria de manera grave y permanente.

Hoy no hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva pero el monitoreo sigue siendo fundamental. El diagnóstico médico incluye un minucioso interrogatorio del paciente y de alguien de su entorno, un adecuado examen clínico neurológico, una evaluación de las funciones cognitivas y el tipo de deterioro, una rutina de laboratorio y estudios de imágenes como TAC o RMN, que permiten encontrar evidencia de accidente cerebro-vascular, sangrado, tumor o hidrocefalia, o bien Tomografía por emisión de positrones, que posibilita ver patrones de la actividad cerebral e identificar si hay depósitos de la proteína amiloide, una característica específica de la enfermedad de Alzheimer.

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Gripe en Adultos Mayores: ¿Cómo cuidarlos?

La gripe o influenza es una enfermedad viral respiratoria contagiosa que se presenta habitualmente en los meses más fríos del año y es provocada por los virus de la influenza. Los adultos mayores conforman uno de los grupos de riesgo que más expuestos están a contraer esta enfermedad y cuyos síntomas pueden permanecer en ellos durante más tiempo que en el resto de las personas. Conocé cómo prevenirla y pasá el invierno sin contagios ni preocupaciones.

¿Cómo detectarla? 5 síntomas clave

  1. Tos.
  2. Dolor de garganta.
  3. Congestión nasal.
  4. Dolor de cabeza.
  5. Dolores musculares.

¿Cómo prevenirla?

Además de la vacunación las recomendaciones que pueden ayudar a reducir las probabilidades de enfermarse son las siguientes:

  • Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
  • Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
  • Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
  • Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados.
  • Mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
  • No compartir cubiertos ni vasos.
  • Evitar las guardias para minimizar riesgos de contagio: especialmente cuando se trata de enfermedades de tan fácil propagación como la gripe.

Teniendo en cuenta este último punto, se recomienda solicitar la visita de un médico a domicilio, en lugar de llevar a los adultos mayores a un Centro Médico. De este modo, se disminuyen considerablemente las probabilidades de contagio.
Empresas como vittal, en línea con la importancia de evitar las visitas a la guardia, ofrecen el servicio de médicos a domicilio para obtener una atención médica de calidad sin la necesidad de salir de casa. Contando con un servicio de visitas de médico a domicilio se evita, además del riesgo de contagio, las largas horas de esperas y los consiguientes gastos de transporte.

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Deshidratación: Riesgo en adultos mayores

La deshidratación ocurre cuando existe una pérdida excesiva de líquidos corporales que no son repuestos. Puede ser muy peligrosa si no es tratada a tiempo, ya que los órganos no consiguen funcionar correctamente, y en adultos mayores es aún más riesgoso. En esta nota te contamos cuáles son los síntomas de la deshidratación y cómo prevenirla.

La deshidratación puede ocurrir lenta o rápidamente, según la manera en que se pierda el líquido y la edad del paciente. Ciertos minerales, como ser el sodio, el potasio y el cloro también están involucrados en el mantenimiento de un equilibrio de líquidos saludable.

Causas de Deshidratación

  • Enfermedades como gastroenteritis que provocan diarreas y vómitos.
  • Enfermedades crónicas como la diabetes no tratada.
  • Enfermedades renales.
  • Alcoholismo.
  • Falta de ingesta suficiente de líquidos durante la época de verano/altas temperaturas.
  • Sudoración excesiva por actividad física durante una ola de calor.
  • Fiebre alta.

Síntomas

Señales de la deshidratación leve o moderada

– Sed.
– Boca seca o pegajosa.
– Orina amarilla oscura o poca orina.
– Dolor de cabeza.
– Piel seca y fría.
– Calambres musculares.

Señales de la deshidratación grave

– Orina amarilla muy oscura o de color ámbar o no orinar.
– Piel seca y arrugada.
– Irritabilidad o confusión.
– Mareos o desvanecimiento.
– Latidos cardíacos rápidos.
– Respiración rápida.
– Ojos hundidos.
– Apatía.
– Hipotensión arterial.
– Alteración del estado de consciencia.

La deshidratación grave es considerada una emergencia ya que de no ser tratada de manera correcta y oportuna puede, incluso, ser mortal. Ante estos síntomas es importante concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para tratar al paciente.

Tratamiento

La reposición de líquido y de electrolitos perdidos es fundamental en la persona deshidratada.

En casos de deshidratación leve a moderada se debe tomar agua (en pequeñas cantidades para probar tolerancia oral) o consumir sales de rehidratación (si así lo aconseja el médico).

Es importante evitar el consumo de infusiones caseras, café, gaseosas y alcohol. En el caso de los lactantes, se debe continuar, en lo posible, con el consumo de leche materna.

Si la deshidratación es grave o el enfermo no puede retener el líquido, se debe plantear internación para la administración de líquidos y electrolitos por vía intravenosa.

¿Cómo prevenir la deshidratación?

  • Tomar más líquido del habitual (8 vasos de agua segura a diario).
  • Salir a la calle acompañado de una botella con agua.
  • No esperar a tener sed para hidratarse.
  • Acompañar todas las comidas con agua.
  • Ofrecer, constantemente, agua a los niños y a los adultos mayores.
  • En el caso de los bebés, amantarlos con regularidad.

Es importante tomar consciencia de lo fundamental que resulta el agua para nuestro cuerpo, y aún más cuando se trata de personas mayores. Además, las olas de calor, tan frecuentes en la actualidad, provocan que necesitemos más hidratación que lo habitual.

Recordá: no llegués a la instancia en la cual tenés sed, ¡hidratate siempre!

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Adultos mayores: Cambios en el cuerpo y cómo cuidar la salud

La tercera edad es una etapa en la que se producen numerosos cambios físicos y, por eso, es fundamental prestar especial atención a las necesidades del cuerpo y a las señales que da, para llevar una vida saludable.
Entre las principales transformaciones a las que se enfrenta el organismo de los mayores, se encuentran aquellas asociadas con el aparato digestivo que se manifiestan en el tránsito intestinal, siendo la más preocupante el estreñimiento.

Cambios en el sueño

Además, con el correr de los años, es normal que se produzcan cambios en el sueño, que se vuelve más liviano. Es por este motivo que es necesario procurar condiciones para lograr un descanso reparador, que es necesario para mantener el estado de salud y una buena calidad de vida. Malos hábitos al dormir, siestas prolongadas, falta de actividad física, enfermedades que causan dolor o la necesidad frecuente de orinar y algunos medicamentos son los principales enemigos de los adultos mayores en este proceso.

Cuidado de la piel

El cuidado de la piel también es significativo, ya que a medida que envejecemos, ésta se vuelve más seca, pierde elasticidad y se torna más frágil, facilitando la aparición de lesiones e infecciones. Se recomienda el uso de cremas hidratantes y secar bien los pliegues de la piel para evitarlo. De igual manera, los pies merecen cuidado y atención: éstos pueden sufrir por causa de ciertas enfermedades, la mala circulación, las consecuencias de uñas mal cortadas o el uso de zapatos inadecuados. Los problemas en los pies son a veces la primera señal de afecciones en la salud como la artrosis, la diabetes, los trastornos neurológicos o circulatorios.

Disminución gradual en los sentidos

Por otro lado, las personas mayores pueden sufrir una disminución gradual en los sentidos, entre ellos, la audición o la visión, y es vital evitar que, debido a esto, se pueda ocasionar aislamiento social o accidentes.
El cuidado bucal es relevante en cada etapa de la vida, pero más aún en la edad adulta, dado que el mantenimiento de la salud bucal es una condición básica para poder consumir los alimentos necesarios y nutrirse de manera apropiada.

Fijar nueva información

La memoria también se ve afectada por el envejecimiento debido a que el proceso de fijar nueva información tiende a ser más lento, y puede alterarse como resultado de ciertas enfermedades, el efecto de algunos medicamentos o ciertos eventos vitales (jubilación, viudez, soledad, aislamiento social). Realizar ejercicio físico favorece el bienestar del cerebro.

Alimentación

En este contexto, para preservar la salud de todo el organismo y sus funciones, la alimentación cumple un rol clave. Según los profesionales, a lo largo de toda la vida, pero particularmente desde los 60 años, hay que llevar adelante una dieta variada que contenga proteínas, hidratos de carbono, lípidos, sales minerales y vitaminas, así como también incorporar regularmente alimentos ricos en fibras (frutas, verduras y granos enteros). De esta manera, el organismo logra funcionar de forma correcta y crea mecanismos de defensa contra diversas enfermedades.
Compartimos recomendaciones para optimizar el plan alimentario y garantizar una ingesta saludable y equilibrada:

  • Consumir 4 o 5 porciones de lácteos descremados (leche, yogurt, quesos). Estos alimentos tienen un gran aporte energético, proteico, mineral y vitamínico. En proporción a su contenido en calorías, la leche aporta elevados niveles de nutrientes frente a otros alimentos. Además, el calcio mantiene la fortaleza en los huesos y previene la osteoporosis.
  • Reducir o evitar el consumo de sal en la dieta diaria, ya que si la ingesta es más elevada que la cantidad recomendada se incrementa el riesgo de padecer hipertensión arterial, accidentes cerebro-vasculares, generar enfermedades cardíacas, o saturar los riñones, provocando un mal funcionamiento y llevando, con el paso del tiempo, a una posible insuficiencia renal.
  • Disminuir el consumo de té o café ya que estas infusiones pueden ocasionar alteraciones en el sueño, acidez estomacal, aumento en la presión sanguínea y la asimilación escasa de algunos minerales y vitaminas.
  • Consumir abundante líquido (dos litros por día como mínimo). La percepción de sed disminuye con la edad, por lo tanto, los adultos mayores son más susceptibles a la deshidratación. Existen diferentes fuentes de hidratación a partir de ciertos alimentos y bebidas, entre las que se encuentran: agua potable, jugos, refrescos, leche, frutas y verduras. Estas fuentes aportan al cuerpo el líquido que pierde cada día a través de sus distintas funciones como respirar, sudar y evacuar, entre otras. Gracias al consumo adecuado de líquidos, los adultos mayores pueden prevenir diversos tipos de enfermedades, la deshidratación y distintas alteraciones en el organismo.

Ejercicio

Como complemento de una alimentación saludable, durante la tercera edad se recomienda realizar al menos tres veces por semana una simple caminata de 30 minutos a paso constante y sostenido.
Es muy importante que los adultos mayores se vacunen periódicamente para prevenir enfermedades infecciosas graves. Las vacunas aconsejadas para las personas de avanzada edad son:

  • Antigripal
  • Doble bacteriana Difteria – Tétanos (cada 10 años)
  • Fiebre amarilla (en zona de riesgo)
  • Hepatitis B
  • Antineumococica

 

Teniendo estos consejos médicos en consideración, el adulto mayor puede evitar y reducir riesgos de salud, ya que ayudan a prevenir y tratar la diabetes, el sobrepeso, la hipertensión arterial, la artrosis y la osteoporosis, al tiempo que favorecen la función digestiva, contribuyen a mantener la masa muscular, y mejoran la calidad de sueño. Por todo esto, es clave estar atentos a los cambios en el aspecto físico, motriz e intelectual y, por supuesto, recurrir a una consulta médica ante cualquier duda.

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Tips para mantener el corazón sano

El corazón actúa como una bomba que impulsa la sangre hacia los órganos, tejidos y células del organismo. La sangre bombeada por el corazón suministra oxígeno y nutrientes a cada célula y recoge el dióxido de carbono y las sustancias de desecho producidas por esas células. Pero si el flujo de sangre al corazón disminuye o se detiene o el ritmo de los latidos se altera, podría peligrar la vida, podemos decir que el corazón es como el motor de un auto, la forma en que se trate determinará cuánto tiempo funcionará y de qué manera.

Las enfermedades cardiovasculares son patologías propias de las sociedades occidentales y aunque algunos de sus factores de riesgo son fácilmente prevenibles, el alcance mundial de este tipo de dolencias es muy elevado: son la primera causa de mortalidad en el mundo, superando cualquier tipo de cáncer y el sida.
Algunos factores de riesgo pueden ser controlados como mantener una dieta baja en grasa, sal y colesterol, el consumo de tabaco, el realizar ejercicio, mantener un peso sano, la presión arterial; pero otros no como el sexo, la edad y la herencia.

1-Ejercicio:
Debemos hacer ejercicio aeróbico (tal como caminatas rápidas, trote o ciclismo) por lo menos tres veces por semana durante 30 minutos para fortalecer el corazón o bien períodos cortos de ejercicio físico que juntos sumen 30 minutos por día son tan beneficiosos para la salud como lo son 30 minutos continuos de ejercicio.

2-Dieta:
Los hábitos sanos para el corazón incluyen limitar el consumo diario de sal. Debe consistir principalmente en frutas, verduras, cereales, carnes magras y pescado. Se aconseja reducir el consumo de grasa (especialmente grasa saturada) y colesterol (carnes rojas grasas, leche entera, quesos elaborados con leche entera, huevos, platos a base de crema y postres que contengan mucha grasa). Seguir una dieta equilibrada puede ayudar a disminuir tres de los principales factores de las enfermedades del corazón: colesterol elevado, hipertensión arterial y exceso de peso.

3-Mantener el colesterol a raya:
El exceso de colesterol en sangre se acumula en las paredes de las arterias, contribuyendo al proceso de arterioesclerosis. Se considera hipercolesterolemia a los niveles de colesterol total superiores a 200 mg/dl , es un factor determinante en la aparición de la enfermedad cardiovascular. las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio. La prevención es algo tan sencillo como comer de forma saludable, controlar el peso y hacer ejercicio físico. En los casos que así se requiera, se dispone actualmente de una amplia variedad de fármacos que regulan los niveles de colesterol.

4-Consumo de alcohol:
el excederse de un consumo moderado de alcohol puede ocasionar problemas relacionados con el corazón, tales como presión arterial alta, accidentes cerebrovasculares, latidos irregulares y cardiomiopatía (enfermedad del músculo cardíaco) Las calorías del alcohol a menudo aumentan la grasa corporal, lo cual puede a su vez aumentar el riesgo cardiovascular. Beber siempre en forma moderada.

5-Estrés
En los momentos de estrés el corazón se acelera y aumenta la presión arterial. Cuando esto sucede, el corazón necesita más oxígeno. El estrés también puede dañar las arterias debido a una mayor producción de hormonas y a un aumento del flujo sanguíneo durante la respuesta al estrés, empeorando las enfermedades del corazón.

6-Descanso:
Las personas que no logran conciliar bien el sueño tienen un alto riesgo de sufrir taquicardias. Este problema es de mucho cuidado, ya que el no dormir bien nos puede producir una sensación de ansiedad que puede conducir a hábitos alimenticios poco saludables

7- Vigilar la tensión arterial:
La hipertensión arterial es la elevación, mantenida en el tiempo, de la presión arterial sistólica (que se conoce como la máxima) y/o de la diastólica (conocida como la mínima). Habitualmente no da ningún síntoma pero es importante detectarla y tratarla porque se relaciona con enfermedades cardiacas potencialmente graves como insuficiencia cardiaca y el infarto de miocardio.
Se considera hipertensión cuando las cifras de la presión arterial están por encima de 140/90mmHg.

8- Realizarse revisiones médicas de forma periódica:
A partir de los 40 años es recomendable la realización de revisiones médicas de forma periódica. Esto es especialmente importante en personas con factores de riesgo como son antecedentes familiares de enfermedad cardiaca, hipertensión, colesterol, diabetes, obesidad y tabaquismo.

Recomendaciones:

Para tener un corazón saludable
– Dejar de fumar.
– Practicar actividad física regular.
– Caminar más.
– Controlar periódicamente su presión arterial.
– Disminuir el consumo de sal si tiene presión alta.
– Moderar el consumo de alcohol.
– Mantener un peso adecuado a la estatura.
– Controlar emociones.
– Llevar una alimentación completa y equilibrada.
– Realizar un chequeo médico preventivo anual.

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Deshidratación

La deshidratación ocurre cuando existe una pérdida excesiva de líquidos corporales que no son repuestos. Ciertos minerales, como ser el sodio, el potasio y el cloro, también están involucrados en el mantenimiento de un equilibrio de líquidos saludable.

La deshidratación puede ocurrir lenta o rápidamente, según la manera en que se pierda el líquido y la edad del paciente. Los niños pequeños y los bebés tienen más probabilidades de deshidratarse que los adultos, y los adolescentes pueden resistir mejor a los desequilibrios de líquidos.

La deshidratación puede ser muy peligrosa si no es tratada a tiempo, ya que los órganos no consiguen funcionar correctamente.

La deshidratación grave es considerada una emergencia ya que de no ser tratada de manera correcta y oportuna puede, incluso, ser mortal.

Causas de Deshidratación:

  • Enfermedades como gastroenteritis  que provocan diarreas y vómitos.
  • Enfermedades crónicas como la diabetes no tratada.
  • Enfermedades renales, alcoholismo, etc.
  • Falta de ingesta suficiente de líquidos durante la época de verano /altas temperaturas.
  • Sudoración excesiva por actividad física durante una ola de calor.
  • Fiebre alta.

 

Síntomas:

Señales de la deshidratación leve o moderada:

– Sed.
– Boca seca o pegajosa.
– Orina amarilla oscura u orina poco
– Dolor de cabeza.
– Piel seca y fría.
– Calambres musculares.

Señales de la deshidratación grave:

– Orina amarilla muy oscura o de color ámbar o no orinar.
– Piel seca y arrugada.
– Irritabilidad o confusión.
– Mareos o desvanecimiento.
– Latidos cardíacos rápidos.
– Respiración rápida.
– Ojos hundidos.
– Apatía.
– Hipotensión arterial.
– Alteración del estado de consciencia.

Ante estos síntomas es importante concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para tratar al paciente.

 

Un bebé o niño menor de 5 años deshidratado puede presentar los siguientes síntomas:

– Más sed que de costumbre.
– Llanto sin lágrimas.
– Boca seca.
– No orina con frecuencia.
– Ojos hundidos.
– Vómitos.
– Va de cuerpo seguido.
– Materia fecal con moco o sangre.
– Irritabilidad, decaimiento, no quiere beber o presenta fiebre.

Ante la presencia de estos síntomas, se debe consultar rápidamente al médico.

 

Tratamiento

La reposición de líquido y de electrolitos perdidos, es fundamental en la persona deshidratada.

En casos de deshidratación leve a moderada, se debe tomar agua (en pequeñas cantidades para probar tolerancia oral) o consumir sales de rehidratación (si así lo aconseja el médico).

Es importante evitar el consumo de infusiones caseras, café, gaseosas y alcohol. En el caso de los lactantes, se debe continuar, en lo posible, con el consumo de leche materna.

Si la deshidratación es grave o el enfermo no puede retener el líquido, se debe plantear internación para la administración de líquidos y electrolitos por vía intravenosa.

 

Cómo prevenirla:

  • Tomar más líquido del habitual (8 vasos de agua segura a diario).
  • Salir a la calle acompañado de una botella con agua.
  • No esperar a tener sed para hidratarse.
  • Acompañar todas las comidas con agua.
  • Ofrecer, constantemente, agua a los niños y a los adultos mayores.
  • En el caso de los bebés, amamantarlos con regularidad.
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Ejercicio a altas temperaturas

El ejercicio a altas temperaturas provoca que el cuerpo incremente la irrigación sanguínea en la piel así también como la sudoración. Este proceso interno, denominado termorregulación, tiene como objetivo eliminar el calor acumulado en el interior y, de esta manera, disminuir o mantener la temperatura del cuerpo.

Algunas recomendaciones

Ya sea que uno corra, juegue un partido de fútbol, ande en bicicleta o camine, es importante tomar ciertos recaudos cuando aumenta la temperatura; se recomienda, por ejemplo, realizar este tipo actividades antes de las 10hs. o después de las 18hs., cuando el clima se encuentra un poco más fresco; evitar el sol del mediodía y no olvidar aplicarse un protector solar adecuado. Para aclimatarse a las elevadas temperaturas, es indispensable usar ropa ligera y fresca, acompañado de una correcta hidratación y un posterior enfriamiento.

¿Qué puede provocar el ejercicio a altas temperaturas?

El ejercicio a altas temperaturas provoca un aumento eleva el calor corporal. Para poder enfriarnos, nuestro cuerpo responde disminuyendo la cantidad de sangre en los músculos y envía ésta a circular a través de la piel. Si la humedad también es alta, el cuerpo se enfrenta a más estrés ya que el sudor no se evapora fácilmente y esto podría aumentar, aún más, la temperatura interna. En condiciones normales, la piel, los vasos sanguíneos y el nivel de transpiración se ajustan al calor, pero los sistemas de enfriamiento natural pueden fallar si estamos realizamos ejercicio a altas temperaturas y niveles de humedad y, como consecuencia, podemos sufrir:

1. Calambres. Son dolorosas contracciones musculares que afectan principalmente las pantorrillas, los cuádriceps y los músculos abdominales, los músculos afectados pueden sentirse firmes al tacto.

2. Agotamiento. Con el golpe de calor, su temperatura corporal se eleva hasta 40°C y puede experimentar náuseas, vómitos, dolor de cabeza, desmayos, debilidad, piel fría y húmeda.

3. Golpe de calor. La insolación es una condición de emergencia, que se produce cuando la temperatura corporal es mayor de 40°C, puede desarrollar confusión e irritabilidad. En este caso necesita atención médica inmediata.

Síntomas

Es necesario estar atentos y nunca menospreciar estos síntomas. Ante la presencia de alguno de ellos, es importante dejar de hacer ejercicio inmediatamente; bajar la temperatura corporal e hidratarse -sin esperar tener sed para hacerlo- tomando agua o bebidas deportivas que reponen sales y minerales. Si es posible, se recomienda humedecer el cuerpo con agua fría. En el caso de no mejorar después de 30 minutos, consultar inmediatamente al médico.

De seguir las siguientes recomendaciones podría disfrutar plenamente de las actividades al aire libre:

  • Realizar ejercicio físico fuera de las horas centrales del día, es decir, a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Importante aprovechar los momentos y ambientes más frescos del día.
  • Mantenerse bien hidratado antes, durante y después de la realización del ejercicio. Si la actividad dura menos de una hora, con tomar agua fresca (unos 125 cc cada 15-20 minutos) es suficiente. En cambio, si se extiende más de 60 minutos, habrá que ingerir bebidas deportivas o isotónicas (500 cc unos 60 minutos antes de iniciar el ejercicio y entre 100-125 cc cada cuarto de hora durante la práctica del mismo).
  • Evitar la exposición directa al sol, usar ropa clara y liviana que permita una adecuada transpiración.
  • Usar protectores solares. Ayudan a prevenir enfermedades de piel, disminuyendo notable el riesgo de padecer cáncer de piel “melanoma”.

 

¿Quienés se ven más afectados?

Para tener en cuenta: los niños y los adultos mayores deben tener un cuidado especial, ya que su capacidad para controlar la temperatura es distinta; como así también aquellas personas que no hacen ejercicio físico habitualmente y que quieren realizarlo durante el verano.

 

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Semana del corazón 2016 – Tips y Recomendaciones para un corazón saludable

CORAZÓN SALUDABLE

En la semana del corazón te contamos sobre como tener un corazón saludable.
El corazón actúa como una bomba que impulsa la sangre hacia los órganos, tejidos y células del organismo. La sangre, bombeada por el corazón, suministra oxígeno y nutrientes a cada célula, y recoge el dióxido de carbono y las sustancias de desecho producidas por esas células; si el flujo de sangre al corazón disminuye, se detiene o el ritmo de los latidos se altera, podría peligrar la vida. Para ejemplificar, el corazón es como el motor de un auto, la forma en que se trate determinará cuánto tiempo funcionará y de qué manera.

Las enfermedades cardiovasculares son patologías propias de las sociedades occidentales y, aunque algunos de sus factores de riesgo son fácilmente prevenibles, el alcance mundial de este tipo de dolencias es muy elevado: son la primera causa de mortalidad en el mundo.

Algunos factores de riesgo pueden ser controlados: es necesario mantener una dieta baja en grasa y colesterol, reducir el consumo de sal, evitar el tabaco, realizar ejercicio, mantener un peso saludable, y controlar la presión arterial.

TIPS DE LA SEMANA DEL CORAZÓN

1 – Ejercicio:
Es necesario hacer ejercicio aeróbico (caminatas rápidas, trote, ciclismo, etc.) por lo menos tres veces por semana durante 30 minutos para fortalecer el corazón. Períodos cortos de ejercicio físico que sumen 30 minutos por día son tan beneficiosos para la salud como lo son 30 minutos continuos de ejercicio.

2 – Dieta:
La dieta debe incluir, principalmente, frutas, verduras, cereales, carnes magras y pescado. Se aconseja reducir el consumo de grasa (especialmente grasa saturada) y limitar el consumo diario de sal. Seguir una dieta equilibrada puede ayudar a disminuir tres de los principales factores de las enfermedades del corazón: colesterol elevado, hipertensión arterial y exceso de peso.

3 – Mantener el colesterol a raya:
Las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio. La prevención es algo tan sencillo como comer de forma saludable, controlar el peso y hacer ejercicio físico. Actualmente, se dispone de una amplia variedad de fármacos que regulan los niveles de colesterol para aquellos casos que requieran tratamiento.

4 – Consumo de alcohol:
Excederse de un consumo moderado de alcohol puede ocasionar problemas relacionados con el corazón tales como presión arterial alta, accidentes cerebrovasculares, latidos irregulares y cardiomiopatía (enfermedad del músculo cardíaco). Las calorías del alcohol a menudo aumentan la grasa corporal, lo cual puede, a su vez, aumentar el riesgo cardiovascular. Se recomienda beber siempre en forma moderada.

5 – Estrés
En los momentos de estrés, el corazón se acelera y aumenta la presión arterial. Cuando esto sucede, el corazón necesita más oxígeno. El estrés también puede dañar las arterias debido a una mayor producción de hormonas y a un aumento del flujo sanguíneo durante la respuesta al estrés, empeorando las enfermedades del corazón.

6 – Descanso:
Las personas que no logran conciliar bien el sueño tienen un alto riesgo de sufrir taquicardias. A este problema hay que prestarle especial atención ya que, el hecho de no dormir bien, puede producir una sensación de ansiedad que puede conducir a hábitos alimenticios poco saludables.

7 – Vigilar la tensión arterial:
La hipertensión arterial es la elevación, sostenida en el tiempo, de la presión arterial sistólica (que se conoce como la máxima) y/o de la diastólica (conocida como la mínima). Habitualmente no da ningún síntoma, pero es importante detectarla y tratarla porque está relacionada con enfermedades cardíacas potencialmente graves como la insuficiencia cardíaca y el infarto de miocardio.
Se considera hipertensión cuando las cifras de la presión arterial están por encima de 140/90mmHg.

8 – Realizarse revisiones médicas de forma periódica:
A partir de los 40 años es recomendable realizar revisiones médicas de forma periódica. Esto es especialmente importante en personas con factores de riesgo por tener antecedentes familiares de enfermedad cardiaca, hipertensión, colesterol, diabetes, obesidad y tabaquismo.

RECOMENDACIONES DE LA SEMANA DEL CORAZÓN PARA TENER UN CORAZÓN SALUDABLE

– Dejar de fumar.
– Practicar actividad física regular.
– Caminar más.
– Controlar periódicamente la presión arterial.
– Disminuir el consumo de sal.
– Moderar el consumo de alcohol.
– Mantener un peso adecuado a la estatura.
– Controlar emociones.
– Llevar una alimentación completa y equilibrada.
– Realizar un chequeo médico preventivo anual.

MUERTE SÚBITA Y UTILIZACIÓN DEL DEA

 

Existe una afección cardiovascular que suele aparecer de manera repentina: la muerte súbita. Las víctimas de muerte súbita presentan de manera brusca una pérdida completa del conocimiento y no responden a ningún tipo de estímulo. Para tratar este tipo de situaciones, ideamos vittal dron; nuestro drone es un vehículo aéreo piloteado remotamente que traslada un Desfibrilador Externo Automático (DEA) con la capacidad de detectar una fibrilación ventricular, administrar un choque eléctrico para cortar la arritmia y lograr que el corazón vuelva a latir normalmente. En casos de muerte súbita, la llegada rápida del DEA aumenta las posibilidades de sobrevida, ya que si se administra la descarga antes de los tres minutos de producida la muerte, las posibilidades de recuperación están por encima del 75%.
En nuestro país se producen alrededor de 30.000 muertes súbitas al año, y en la semana del corazón 2016 te contamos que el DEA junto con las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) son herramientas imprescindibles para la atención del paciente. vittal dron puede reducir potencialmente la llamada “brecha” entre la muerte súbita y la llegada del DEA; de esta forma, los resultados médicos pueden ser mejorados y se pueden salvar vidas.

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Adultos Mayores – Salud y cuidados

Los Adultos mayores pertenecen a una etapa de la vida en la que se producen numerosos cambios físicos. Por ello es fundamental prestar especial atención a las necesidades del cuerpo y a las señales que da, para poder llevar una vida saludable.
Comencemos hablando sobre la alimentación, entendemos por alimentación saludable el consumo de alimentos variados que contengan proteínas, hidratos de carbono, lípidos, sales minerales y vitaminas, y el consumo regular de alimentos ricos en fibras (frutas, verduras y granos enteros). A través de una dieta balanceada, nuestro organismo logra funcionar de manera correcta y crea mecanismos de defensa contra diversas enfermedades. Se recomienda:

INCLUIR EN LA DIETAAlimentos, lacteos, quesos y yogures. Comidas saludables para adultos mayores y ancianos.

4 o 5 porciones de lácteos descremados (leche, yogurt, quesos). Estos alimentos tienen un gran aporte energético, proteico, mineral y vitamínico. En proporción a su contenido en calorías, la leche aporta elevados niveles de nutrientes frente a otros alimentos. Además, el calcio mantiene la fortaleza en los huesos y previene la osteoporosis.

 

Evitar ingesta de sal, salero caido, presion arterial, comidas para evitar.

REDUCIR O EVITAR

El consumo de sal a través de la dieta diaria. Cuando el consumo es más elevado que la cantidad recomendada, puede: incrementar el riesgo de padecer hipertensión arterial; provocar accidentes cerebro-vasculares; provocar la aparición de enfermedades cardíacas; saturar los riñones, provocando un mal funcionamiento y llevando, con el paso del tiempo, a una posible insuficiencia renal.

DISMINUIR

El consumo de té o café ya que estas infusiones pueden generar alteraciones en el sueño, acidez estomacal, aumento en la presión sanguínea y la asimilación escasa de algunos minerales y vitaminas.

CONSUMIR EN MAYOR MEDIDA

Consumir una buena cantidad de vasos de agua. Agua, vaso, liquido, servir agua.Los adultos mayores deben consumir abundante líquido (dos litros por día como mínimo). La percepción de sed disminuye con la edad, por lo tanto, los adultos mayores son más susceptibles a la deshidratación. Existen diferentes fuentes de hidratación a partir de ciertos alimentos y bebidas, entre las que se encuentran: agua potable, jugos, refrescos, leche, frutas y verduras. Estas fuentes aportan al cuerpo el líquido que el mismo pierde cada día a través de distintas funciones: respiración, sudoración y evacuaciones, entre otras. La percepción de sed disminuye con la edad, por lo tanto, los adultos mayores son más susceptibles a la deshidratación.

Existen diferentes fuentes de hidratación a partir de ciertos alimentos y bebidas, entre las que se encuentran: agua potable, jugos, refrescos, leche, frutas y verduras. Estas fuentes aportan al cuerpo el líquido que el mismo pierde cada día a través de distintas funciones: respiración, sudoración y evacuaciones, entre otras.

A medida que avanza la edad, el organismo va sufriendo ciertos cambios y podemos mencionar aquellos asociados con el aparato digestivo. Estos se manifiestan en el tránsito intestinal, siendo más preocupante el estreñimiento. Para evitarlo, es importante consumir fibras a través de vegetales y frutas, hidratarse constantemente e incluir actividad física. La rutina es la mejor forma de combatir el sedentarismo.

DESCANSAR MEJOR

Hombre mayor durmiendo. Adulto mayor descansando. Dormir, buen sueño.Con el correr de los años, es normal que se produzcan cambios en el sueño, volviéndose más liviano. Las siestas prolongadas, la falta de actividad física y algunos medicamentos pueden afectar el buen dormir. Los trastornos en el sueño no deben ser considerados como una situación normal.

El cuidado de la piel también es importante en adultos mayores; a medida que envejecemos, ésta se vuelve más seca, pierde elasticidad y se torna más frágil. Todo esto facilita la aparición de lesiones e infecciones, por lo que se recomienda el uso de cremas hidratantes. También es importante secar bien los pliegues de la piel para evitar la aparición de una infección causada por hongos.

 

OTRAS CONSIDERACIONES PARA ADULTOS MAYORES

Por otro lado, las personas mayores pueden sufrir una disminución gradual en los sentidos, entre ellos la audición o la visión, y es fundamental evitar que, debido a esto, se generare un aislamiento social o algún accidente en el adulto mayor.

El cuidado bucal es importante en cada etapa de la vida, pero más aún en la edad adulta, ya que el mantenimiento de la salud bucal contribuye a que se puedan consumir los alimentos necesarios para nutrirse de manera apropiada.

La memoria también se ve afectada por el envejecimiento debido a que el proceso de fijar nueva información tiende a ser más lento. La memoria puede alterarse como consecuencia de ciertas enfermedades, el efecto de algunos medicamentos o eventos vitales (jubilación, viudez, soledad, aislamiento social). Realizar ejercicio físico favorece la salud del cerebro.

Las vacunas aconsejadas para las personas de avanzada edad son:

• ANTIGRIPAL
• DOBLE BACTERIANA Difteria – Tétanos (cada 10 años)
• FIEBRE AMARILLA (en zona de riesgo)
• HEPATITIS B
• ANTINEUMOCOCICA

Teniendo estas recomendaciones en consideración, los adultos mayores pueden evitar y reducir riesgos de salud. Con esto podrán prevenir y tratar la diabetes, el sobrepeso, la hipertensión arterial, la artrosis y la osteoporosis. También favorecen la función digestiva, ayudan a mantener la masa muscular, y mejoran la calidad de sueño. Es importante estar atentos a cambios en el aspecto físico, motriz e intelectual y, por supuesto, recurrir a una consulta médica ante cualquier duda.

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