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La importancia del lavado de manos

Todos los años, el 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos en pos de reforzar este hábito saludable que evita el contagio de muchas enfermedades y hasta salva vidas.

El lavado de manos es uno de los hábitos más efectivos para prevenir no solo los virus sino también otras enfermedades. Informa la Organización Mundial de la Salud (OMS) que lavarse las manos reduce entre un 50% y 65% el riesgo de contraer infecciones cutáneas, infecciones a los ojos, parásitos intestinales, enfermedades diarreicas y la neumonía, que juntas son responsables de la mayoría de muertes infantiles.

En este marco, queda en evidencia la importancia de implementar un adecuado lavado de manos y reforzar las prácticas de saneamiento e higiene, especialmente para los niños y niñas, que son agentes del cambio. Es que los hábitos adquiridos en edades tempranas son los que van a perdurar a lo largo de la vida.

La Dra. Paola Caro (MN 113.445) remarca que para que el lavado de manos sea efectivo “es importante hacerlo correctamente, es decir, con agua y jabón o con soluciones antibacteriales a base de alcohol, y en momentos clave del día”. Para ello, subraya que hay que lavarse las manos antes de tocarse la cara, después de toser o estornudar si no se ha tenido la precaución de hacerlo sobre el pliegue del codo, después de ir al baño, antes y después de cambiar pañales, antes de preparar alimentos, después de tirar la basura, antes y después de atender a un enfermo, después de estar en lugares públicos y/o tocar animales.

En este sentido, enfatiza la Dra. Caro que “lavarse las manos solamente con agua no es suficiente y es significativamente menos efectivo que lavarse las manos con jabón”. Según explica, usar jabón facilita la frotación, lo que permite disolver la grasa y eliminar la suciedad que contienen la mayoría de los gérmenes.

“Las manos húmedas se deben cubrir con jabón y frotar toda la superficie, incluidas las palmas, el dorso, entre los dedos y especialmente debajo de las uñas, por lo menos 20 segundos. Luego, se deben enjuagar bien con agua corriente y secarlas, ya sea con una tela limpia o agitando las manos”, expresa.

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RCP: Los primeros 6 minutos después de un paro cardiorrespiratorio son fundamentales para salvar una vida

Que la ciudadanía sea capacitada en las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) radica en la posibilidad de poder salvar vidas mientras se espera la llegada de profesionales de la salud.

Cuando una persona sufre un paro cardiorrespiratorio, por cada minuto de retraso se pierde un 10% de posibilidad de reanimación. Según explica la Dra. Paola Caro, directora Médica de vittal, “los primeros 6 minutos son cruciales para lograr revertir la condición e incluso para quedar sin secuelas o consecuencias”.

Es por ello que obtener conocimientos de la técnica de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) y saber utilizar un Desfibrilador Externo Automático (DEA) pueden marcar la diferencia ya que cualquier persona puede brindar una primera asistencia hasta el arribo de los profesionales de emergencias médicas.

La RCP permite mantener la oxigenación de los principales órganos, con compresiones torácicas, en situaciones donde la persona no tenga pulso, no respira o haya tenido un evento súbito de pérdida de conciencia y haya cesado la respiración y la circulación.

“La mayoría de las eventualidades ocurren en lugares públicos, el trabajo o en el hogar. Con conocimientos en RCP y DEA, cualquier persona puede atender una emergencia en los primeros minutos y eso, muchas veces, puede salvar vidas”, enfatiza la Dra. Caro.

Así, indica que en casos en que la situación de emergencia sea compleja, “hay que realizar la reanimación cardiorrespiratoria o RCP, mediante compresiones torácicas y respiraciones de rescate para restablecer la circulación sanguínea hacia el cerebro y otros órganos vitales” (ver video).

Desfibrilador Externo Automático (DEA)

Como ya se mencionó, en determinadas ocasiones la vida de una persona depende de la rápida reacción de quienes la rodean. Un paro cardíaco es una de ellas. Cuando esto ocurre, contar con la capacitación y el equipamiento correctos, puede salvar una vida.

El DEA es un equipo que aplica una descarga de corriente al corazón para restablecer el ritmo cardíaco de una víctima de paro cardiorrespiratorio causado por fibrilación ventricular.

La Federación Cardiológica Argentina (FCA) asegura que en Argentina ocurren unas 30.000 muertes súbitas por año, es decir, 80 muertes súbitas por día ó 1 cada 20 minutos.

“La muerte súbita puede afectar a personas de cualquier edad, sexo y estado físico, en cualquier momento y lugar. El 75-80% de los casos de muerte súbita se deben a una fibrilación ventricular y el 90% de ellos se producen en entornos extra hospitalarios”, afirma la Dra. Caro.

Y explica que en general, la posibilidad de sobrevida de una persona que presenta paro cardíaco por fibrilación ventricular es del 5%. “Con la utilización inmediata de un DEA sumado a las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar Básica (RCP), este porcentaje sube hasta un 75% si se aplica antes de los tres minutos. Por cada minuto que pasa la posibilidad disminuye un 10%”, enfatiza.

Para utilizar un DEA no es necesario ser personal de la salud, aunque es recomendable obtener estos conocimientos como forma de complementar un curso de RCP.

Para conocer más sobre DEA ingresá acá.