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Enfermedades Prevención

Qué es y cómo se previene la bronquiolitis

Especialistas alertan por una suba en los casos de bronquiolitis en niños de hasta 2 años. Recomendaciones y cuidados para evitar los contagios.

Hace ya varios días que especialistas advierten por la suba de casos de bronquiolitis en niños de hasta 2 años de vida y la importancia de prevenir y diagnosticar los casos correctamente.

La bronquiolitis se trata de una enfermedad caracterizada por la inflamación aguda de las vías aéreas inferiores, de naturaleza infecciosa, que ocurre generalmente en otoño e invierno. Es producida por distintos virus; el más frecuente es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR).

El diagnóstico se realiza tras una revisión clínica, es decir, luego de detectar síntomas iniciales en el niño pequeño como tos, mocos, congestión y, ocasionalmente, fiebre no elevada. “Cuando el cuadro empeora los niños pueden tener decaimiento, respiración rápida y fatigosa, tos de timbre agudo, retracciones entre las costillas. Los casos graves llegan a provocar una coloración azulada de mucosas y piel o apneas (pausas respiratorias)”, señala la Dra. Cecilia Avancini (MN 102751), médica pediatra de vittal.

Consultada sobre las vías de contagio, la Dra. Avancini explica que se produce por vía aérea, debido al contacto con las secreciones nasales o las gotitas de saliva que expele la tos o el habla de un enfermo. También debido al contacto directo entre las manos y superficies contaminadas.

“Ante ello, es importante recordar las medidas de prevención, que son comunes a toda infección respiratoria en los niños”, enfatiza y detalla:

1)       Mantener la lactancia materna.

2)       Cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación.

3)       No exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de braseros o estufas a leña.

4)       Higienizar frecuentemente con agua y jabón los elementos del bebé (chupetes, juguetes) y las superficies donde se lo cambia o donde se preparan sus alimentos.

5)       Practicar el lavado de manos frecuente, a los niños y a los convivientes, con agua y jabón. También se puede reforzar la higiene con alcohol en gel.

6)       Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día.

Además, la médica pediatra de vittal recomienda que ante la presencia de síntomas respiratorios como resfríos o tos en una persona cercana es aconsejable mantener alejados a los bebés y niños pequeños. “Si los cuidadores principales tienen síntomas de una afección en las vías respiratorias deben lavarse las manos, especialmente antes de alzar, cambiar o alimentar al bebé. Pueden usar el barbijo como medida complementaria, para evitar el contagio por secreciones”, agrega.

En este sentido, recuerda que no debe colocarse barbijo en los niños menores de 2 años. Y que en los niños con más riesgo de bronquiolitis grave (menores de 3 meses, prematuros, con enfermedades crónicas) no está recomendada la asistencia al jardín maternal.

También remarca que se debe consultar cuando antes al pediatra ante la presencia de dificultad respiratoria y/o cese brusco del apetito coincidente con cuadro respiratorio (tos, mocos, con presencia o no de fiebre) y decaimiento en niños de 2 años y menores.

“No existe un tratamiento específico contra el virus en la población infantil general, aunque sí medicación tendiente a controlar la inflamación de las vías aéreas y mantener la oxigenación adecuada. Los padres deben estar alertas para la consulta precoz, mientras mantienen la hidratación del niño, el control de la fiebre y evitan la medicación sin supervisión médica”, expresa la Dra. Avancini.

Como en todos los casos de cuadros infectocontagiosos, contar con información segura sobre prevención y cuidados es fundamental para evitar la propagación de la enfermedad. A su vez, el diagnóstico de la bronquiolitis ofrece la posibilidad de contener la afección en forma ambulatoria y evitar el empeoramiento del cuadro.

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Efemérides

Donar sangre, un acto solidario que puede salvar millones de vidas

Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre para que la población tome conciencia de la necesidad y la importancia de ser donantes voluntarios.

Donar sangre es uno de los actos más solidarios que pueden llevarse a cabo. Es que 1 donante puede salvar hasta 4 vidas. Por ello, instar a la población a donar de manera voluntaria y no remunerada es una de las tareas que deben impulsar los diversos niveles del Estado para garantizar que el sistema de salud disponga de los elementos sanguíneos para transfusiones.

Cada día es posible salvar millones de vidas y mejorar la salud y la calidad de vida de muchos pacientes gracias a la donación de sangre. “Diferentes componentes de la sangre se utilizan en diversas enfermedades. Por ejemplo, los glóbulos rojos se necesitan para anemias crónicas y agudas, cirugías y trasplantes o las plaquetas, para trastornos de la coagulación y quimioterapia, aplasia medular y trasplantes, mientras que el plasma tiene numerosos componentes y se utiliza para obtener los dos mismos para el tratamiento de la hemofilia, problemas de coagulación, quemaduras, enfermedades de riñón y del hígado”, explica la Dra. Paola Caro, directora Médica de vittal.

La efeméride que se conmemora todos los años el 14 de junio recuerda el nacimiento del patólogo y biólogo austríaco Karl Landsteiner, quien tipificó los grupos sanguíneos en el año 1900. Este año el lema de la campaña del Día Mundial del Donante de Sangre es «Dona sangre, dona plasma, comparte la vida, compártela frecuentemente» y se centra en los pacientes que precisan apoyo transfusional de por vida.

En 1930 las aportaciones de Landsteiner obtuvieron reconocimiento internacional de la comunidad científica, cuando fue galardonado por la Academia Sueca con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología. Sin embargo, las transfusiones de sangre se realizaban de modo directo conectando la arteria del donante a la vena del receptor a través de una compleja intervención quirúrgica.

Fue el médico argentino Luis Agote quien descubrió la utilidad del citrato de sodio en la conservación de la sangre realizando la primera transfusión indirecta el 9 de noviembre de 1914 en el Instituto Modelo de Clínica Médica (luego Hospital Rawson).

Este fue un gran avance para la medicina a nivel mundial: este hito permitió contar con un método de transfusión de sangre simple y fácil de ejecutar por un profesional idóneo.