Categorías
Blog Enfermedades Prevención

¿Cómo mantener un corazón sano y fuerte?

En el marco del Día Mundial del Corazón que se conmemora el 29 de septiembre, repasamos las principales medidas para mantener un corazón sano y fuerte y destacamos la importancia de sus funciones.

Datos a tener en cuenta

Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en el mundo.

Según las estadísticas, el 90% de los infartos se ocasiona por uno o varios de los siguientes factores de riesgo: tabaquismo, obesidad, Diabetes, sedentarismo, dislipemias e hipertensión arterial. En el caso de los pacientes hipertensos, tienen 4,6 veces más probabilidades de sufrir un infarto agudo de miocardio.

Asimismo, en el marco de la pandemia COVID-19, se debe recordar que la Hipertensión arterial es uno de los factores de riesgo de desarrollar formas graves de coronavirus.

¿Por qué es tan importante cuidar nuestro corazón?

Porque actúa como una bomba que impulsa la sangre hacia los demás órganos, tejidos y células del organismo. Además, la sangre bombeada por el corazón suministra oxígeno y nutrientes a cada célula y recoge el dióxido de carbono y las sustancias de desecho producidas por esas células, pero si el flujo de sangre al corazón disminuye o se detiene o el ritmo de los latidos se altera, podría peligrar la vida. En este sentido, podemos decir que el corazón es como el motor de un auto: la forma en que se trate determinará cuánto tiempo funcionará y de qué manera.

¿Cómo mantener un corazón fuerte y sano?

  1. Hacer ejercicio
    Hacer ejercicio aeróbico (caminatas rápidas, trote o ciclismo) por lo menos tres veces por semana durante 30 minutos es esencial para fortalecer el corazón. Realizar actividad física por períodos cortos que juntos sumen 30 minutos por día es tan beneficioso para la salud como la práctica continua.
    _
  2. Llevar una dieta balanceada
    Seguir una alimentación equilibrada puede ayudar a disminuir tres de los principales factores de las enfermedades del corazón: colesterol elevado, hipertensión arterial y exceso de peso. Los hábitos saludables incluyen limitar el consumo diario de sal e incorporar frutas, verduras, cereales, carnes magras y pescado. Se aconseja asimismo reducir el consumo de grasa (especialmente grasa saturada) y colesterol (carnes rojas, grasas, leche entera, quesos elaborados con leche entera, huevos, platos a base de crema y postres que contengan mucha grasa).
    Por otra parte, el exceso de colesterol en sangre que se acumula en las paredes de las arterias es un factor determinante en la aparición de la enfermedad cardiovascular. La prevención es algo tan sencillo como comer de forma saludable, controlar el peso y hacer ejercicio físico. En los casos que así se requiera, se dispone actualmente de una amplia variedad de fármacos que regulan los niveles de colesterol.
    _
  3. Consumir alcohol de manera responsable
    Excederse de un consumo moderado de alcohol puede ocasionar problemas relacionados con el corazón, tales como presión arterial alta, accidentes cerebrovasculares, latidos irregulares y cardiomiopatía (enfermedad del músculo cardíaco). Las calorías del alcohol a menudo aumentan la grasa corporal, lo cual puede, a su vez, incrementar el riesgo cardiovascular. Es por eso que se recomienda siempre beber de forma moderada.
    _
  4. Evitar el estrés
    En los momentos de estrés, el corazón se acelera y aumenta la presión arterial. Cuando esto sucede, el corazón necesita más oxígeno. El estrés también puede dañar las arterias debido a una mayor producción de hormonas y a un aumento del flujo sanguíneo durante la respuesta al estrés, empeorando las enfermedades del corazón.
    _
  5. Descansar bien
    Las personas que no logran conciliar bien el sueño tienen un alto riesgo de sufrir taquicardias. Además, el dormir mal es un círculo vicioso, ya que genera una sensación de ansiedad que puede conducir a hábitos alimenticios poco saludables.
    _
  6. Controlar la tensión arterial
    La hipertensión arterial es la elevación, mantenida en el tiempo, de la presión arterial sistólica (que se conoce como la máxima) y/o de la diastólica (conocida como la mínima). Habitualmente no da ningún síntoma, pero es importante detectarla y tratarla porque se relaciona con enfermedades cardíacas potencialmente graves como insuficiencia cardíaca y el infarto de miocardio.
    _
  7. Realizarse un chequeo médico preventivo anual
    A partir de los 40 años es recomendable la realización de revisiones médicas de forma exhaustiva y periódica, especialmente en personas con factores de riesgo como son antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, hipertensión, colesterol, diabetes, obesidad y tabaquismo.
    _

El 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, cuyo objetivo es impulsar acciones preventivas para reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, que actualmente constituyen la primera causa de muerte en el mundo.

Categorías
Blog Enfermedades Prevención Vida sana

Primavera en tiempos de COVID-19: ¿síntomas de alergia o de coronavirus?

La tos, el cansancio y el dolor de garganta son manifestaciones comunes entre las dos patologías. En la siguiente nota te contamos cómo diferenciarlas, qué hacer ante la duda y cómo tratar los síntomas de la alergia.

Alergia y síntomas

La llegada de la primavera es uno de los momentos más esperados del año. Sin embargo, para las personas que padecen alergias suele constituir un período complicado.

La alergia es una reacción exacerbada del sistema inmunitario a una sustancia que identifica como invasor. Las mismas se conocen como alérgenos. Ante esta presencia, el organismo genera anticuerpos que producen histamina, agente responsable de los síntomas que ocasionan el malestar.

Los síntomas más habituales son la congestión y secreción nasal, estornudos, picazón de ojos, dolor de garganta u oídos y cansancio general.

Algunos de estos síntomas resultan comunes a la presentación del COVID-19, siendo los que con más frecuencia coinciden la tos, el cansancio y el dolor de garganta.

¿Cómo diferencias los síntomas de la alergia de los del COVID-19?

Teniendo en cuenta que la fiebre no es un signo constante en los contagiados por coronavirus, esto complica aún más el diagnóstico diferencial. Ante esta disyuntiva, la consulta médica resulta esencial e imprescindible.

En cuanto a la primavera, el cuadro más frecuente de este espectro es la rinitis alérgica, que se caracteriza por afectar la nariz y se genera cuando se inhala polvo, polen, ácaros, etc.

Las primeras señales de molestia suelen ser picazón en la nariz, la boca, los ojos, la garganta, la piel o en cualquier área; problemas con el olfato, rinorrea (secreción líquida por la nariz), estornudos y ojos llorosos. Los síntomas posteriores abarcan nariz tapada (congestión nasal), tos, oídos tapados y disminución del sentido del olfato, dolor de garganta, hinchazón debajo de los ojos, fatiga e irritabilidad y dolor de cabeza.

Tratamiento de la alergia

  • Los corticoesteroides nasales en aerosol son el tratamiento más efectivo para la rinitis alérgica.
  • Los antihistamínicos funcionan bien para tratar síntomas generales que no suceden muy a menudo o no duran mucho tiempo.
  • Las vacunas contra las alergias (inmunoterapia) se recomiendan si la persona no puede evitar el alérgeno o si los síntomas son difíciles de controlar.

Recomendaciones para disfrutar de la primavera

  • Evitar en lo posible la exposición a los alérgenos conocidos por el paciente.
  • Permanecer en el hogar, de ser posible, con las ventanas cerradas en la época de mayor polinización y los días secos y ventosos. Aprovechar los días lluviosos ya que la lluvia ayuda a limpiar el polen.
  • Quitarse la ropa que se usó fuera de casa y ducharse para limpiar el polen de la piel y el cabello.
  • No colgar la ropa en espacios abiertos ya que el polen puede pegarse a las mismas
  • Mantener la higiene y el mantenimiento de la edificación ayuda a reducir la presencia de ácaros.

En cuanto a la detección, las pruebas cutáneas son el método más común de pruebas para alergias, acompañándose de examen de laboratorio (hemograma) para determinar la IgE (Inmunoglobulina E) y los niveles de eosinófilo.

Categorías
Blog Enfermedades Prevención Primeros Auxilios (PPAA)

Primeros auxilios: los mitos peligrosos que hay que descartar

Estas medidas de emergencia pueden salvar la vida de una persona que sufrió un accidente o que necesita ayuda inmediata. Por eso, es imprescindible diferenciar las prácticas que son efectivas de las que pueden ser perjudiciales para la salud. Además, la pandemia del COVID-19 cambió la forma de practicar primeros auxilios y la reanimación cardiopulmonar.

Actuar rápido y de manera eficiente frente a situaciones de emergencia puede salvar vidas. De eso se trata cuando se habla de los primeros auxilios: técnicas y procedimientos que se deben tener en cuenta para ayudar a las personas que lo necesiten hasta la llegada de profesionales especializados.

En el marco del Día Mundial de los Primeros Auxilios que se conmemora el segundo sábado de septiembre, repasamos la importancia de conocer las buenas prácticas de los PPAA y derribamos mitos acerca de algunos comportamientos que pueden resultar peligrosos.

Cambios en los Primeros Auxilios debido a la pandemia por COVID-19

En este contexto de pandemia por el COVID-19, los primeros auxilios y la reanimación cardiopulmonar experimentaron distintas variaciones con respecto a cómo se venían efectuando anteriormente:

  • Al evaluar la respiración no se debe colocar la cara junto a la boca o nariz de la víctima.
  • Colocar un paño fino o toalla sobre la boca y nariz de la persona antes de realizar compresiones torácicas. Este debe ser colocado a modo de minimizar la aerosolización para impedir la entrada de aire a la vía aérea de la víctima, lo que puede reducir el riesgo de propagación del virus durante las compresiones torácicas.
  • Luego de realizada la RCP las personas actuantes deben lavarse las manos con agua y jabón o desinfectarlas con alcohol al 70%.
  • Contactar al sistema de Vigilancia epidemiológico de su región para recibir información e instrucciones relativas a la condición de contacto estrecho y detección del paciente/víctima como caso sospechoso de COVID-19.

Mitos y verdades sobre los Primeros Auxilios

  • Es común que cuando alguien esté teniendo un ataque o una convulsión, le coloquen algo en la boca para que no se ahogue: no debemos sujetar a la persona porque nos podría causar una lesión. Lo primordial es que no se lastime con objetos alrededor.
  • Ante un corte o herida suelen poner alcohol sobre ellas, con el fin de limpiarlas: no hay que aplicar alcohol, el agua es suficiente para limpiar cualquier herida, más tratándose de una de no muy gran magnitud.
  • Si un brazo o pierna está sangrando mucho, hay que hacer un torniquete por encima de la herida: esta medida es totalmente errónea, puede interrumpir todo el flujo sanguíneo y causar, además, daño a los tejidos. Lo que hay que hacer es una presión directamente sobre la herida con apósitos estériles y limpios para lograr que coagule y disminuya el sangrado.
  • Cuando sale sangre de la nariz, hay que tirar la cabeza hacia atrás: es un gran error. Hacer esto puede hacer que la sangre se vaya a los pulmones o hacia el estómago, provocando vómitos. La solución es apretar la nariz por unos minutos.

Importante a la hora de asistir a una persona

  1. Ante una situación de emergencia, lo que se debe hacer en primer lugar es presentarse ante la persona, explicarle que se tiene conocimientos sobre primeros auxilios y consultarle si permite ayudarlo.
  2. Es imprescindible observar alrededor y verificar las condiciones del lugar para no exponerse a un peligro.
  3. Ante la presencia de sangre u otros fluidos corporales, usar guantes y protección ocular. No se debe tocar nunca ningún tipo de secreción.
  4. La máxima principal de los primeros auxilios es no mover a una persona enferma o lastimada.
  5. También hay que buscar la dirección exacta de dónde nos encontramos para que podamos ser fácilmente localizados y llamar a una ambulancia o servicio médico.
Categorías
Blog Enfermedades Prevención

¿Qué diferencias tiene la migraña con síntomas relacionados al COVID-19?

La migraña es un tipo de dolor de cabeza que no es causada por ninguna otra enfermedad, por lo tanto se vuelve fundamental su detección para diferenciarla de uno de los síntomas de la pandemia. Te contamos cuáles son los síntomas característicos de la migraña, cómo diferenciarlos de los síntomas por COVID-19 y cómo aliviar los dolores producidos por este tipo de cefalea.

Siendo el dolor de cabeza uno de los síntomas producidos por el coronavirus, el Día Internacional de Acción contra la Migraña representa una lucha esencial. Por eso, resulta muy importante tener en cuenta los síntomas relacionados con esta enfermedad para diferenciarlos de los que se manifiestan por el COVID-19.

Síntomas de la migraña

Este tipo de cefalea no es causada por otras enfermedades. Aparece casi siempre en edad temprana de la vida, siendo una enfermedad de los jóvenes que tiende a desaparecer con el paso de los años. También, es frecuente la presencia por asociación familiar.

Los dolores tienen una frecuencia variable, desde una vez al año hasta varias veces al mes. Duran entre 4 y 3 horas, o más días, tienen una fuerte intensidad y producen un alto grado de invalidez a la persona que los padece. Suele acompañarse de síntomas tales como náuseas, vómitos, intolerancia a la luz y al ruido.

Los episodios de migraña se desencadenan o se agravan por diversos estímulos, como situaciones sociales o personales de estrés, así como también causas hormonales, medioambientales, ayuno prolongado, sueño insuficiente, descongestivos nasales y sustancias que contienen cafeína.

Migraña y COVID-19

Debido a que la migraña es una forma de cefalea y el dolor de cabeza es uno de los síntomas de la infección por COVID-19 conviene diferenciarlos.

En general, los pacientes que padecen de migraña reconocen episodios anteriores en comparación con la cefalea de coronavirus que puede presentarse como un síntoma jamás padecido.

Asimismo, resulta de gran utilidad la característica del dolor unilateral, una particularidad de la migraña. Es importante tener en cuenta si el dolor está acompañado de náuseas y vómitos, ya que éstos son igualmente síntomas de COVID-19, por lo que en todos los casos se recomienda la consulta médica estricta.

Cómo calmar o evitar el dolor

La forma de prevenir los episodios de dolor dependen de las características con las cuales este se presenta en cada paciente y comprenden cambios en la alimentación, patrón de sueño y ritmo de vida. En la mayoría de los casos esta enfermedad puede tratarse con analgésicos simples (como paracetamol) hasta fármacos específicos (como el sumatriptán), así como también antinflamatorios (diclofenac y vasoconstrictores derivados de la ergotamina).