El verano comenzó y los días de elevadas temperaturas llegaron para quedarse. Si bien es muy beneficioso que los niños puedan disfrutar del sol y de las actividades al aire libre, se deben tener en cuenta ciertas recomendaciones para evitar casos de insolación, deshidratación y golpes de calor, considerando, además, que los niños y los bebés son los más vulnerables a las altas temperaturas. Leé nuestros consejos.
Cuando hace mucho calor, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura y ésta puede elevarse (más de 37° medida en la axila) por deshidratación, agotamiento del mecanismo natural del sudor y desajuste del centro cerebral que controla la temperatura corporal.
Hay que recordar que los bebes y niños pequeños son vulnerables a las altas temperaturas, por lo cual, se deben aumentar las medidas de prevención y estar muy alertas para detectar la presencia de síntomas de agotamiento por calor, que al persistir pueden causar un golpe de calor.
Recomendaciones para evitar golpes de calor en los más chicos
- Evitar exponerlos entre las 10 y las 16 horas. Permanecer en casa en lugares frescos y bien ventilados y salir por la mañana o en la tardecita, cuando los rayos solares son más tenues y la sensación térmica menos sofocante y más agradable.
- Cuidar la hidratación y la alimentación. A los lactantes ofrecerles el pecho con más frecuencia y a los niños darles de tomar agua o jugos naturales muy seguido a pesar de no tener sed. No ofrecer bebidas con cafeína o con mucha azúcar. Tampoco ofrecer bebidas muy frías (causan dolor de estómago), ni líquidos o comidas calientes o pesadas. Incorporar sal en mayor cantidad que lo habitual.
- Buscar diferentes maneras de refrescar el cuerpo, bañarlos o mojarles todo el cuerpo con frecuencia.
- Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o, mejor aún, desvestirlos. También se aconseja el uso de gorros amplios o gorritos con viseras y anteojos de sol.
- Durante las actividades al aire libre, que los niños descansen con frecuencia, evitar juegos con ejercicios físicos intensos, proponer actividades tranquilas y mojar su cuerpo con agua fresca. Si el niño debe realizar actividad deportiva, ofrecer líquidos antes, durante y después de realizar el mismo.
- Utilizar bloqueador solar de 40 al 60 FPS (Factor de Protección Solar) diseñados especialmente para niños, aplicar en la piel expuesta al sol (no olvidar las orejas y la piel de la nuca) su aplicación debe ser antes de salir, antes de exponerse al sol cuando la piel se encuentra seca y fresca. Los niños en las playas deberían usar una camiseta.
- No olvidar las lociones o los aerosoles para ahuyentar a los insectos durante el paseo. Es importante que lo recomiende el pediatra para que sea compatible con la piel del niño. Evitar aplicárselo en las manos y en los pies porque podría llevarlo a la boca (especialmente en caso de los bebes).
- Es importante que el niño se lave muy bien las manos con jabón cuando regresa de los juegos, es la mejor medida saludable para evitar muchas enfermedades, por ejemplo: diarreas, infecciones en la piel o en los ojos y enfermedades respiratorias, como la gripe.