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Sobrepeso y obesidad: prevención y tratamiento

¿Pandemia o tendencia preocupante? Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (2016), el 39% de la población adulta a nivel mundial padece sobrepeso y más de 650 millones de personas son obesas (13%). Conocé cómo prevenir el sobrepeso y cuáles son las alternativas de tratamiento a seguir en caso de padecerlo.

¿Qué es?

El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa en el organismo que puede ser perjudicial para la salud y se produce como consecuencia de una alteración en el balance entre las calorías consumidas y las gastadas.

En el caso de las mujeres, la grasa suele acumularse en la región de la cadera, mientras que en el hombre se distribuye en la región abdominal, asociándose a un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión arterial.

¿Cómo puede medirse el sobrepeso y la obesidad?

Más allá del seguimiento médico y la percepción individual, existen parámetros estandarizados para medir el sobrepeso y la obesidad. Por un lado, un perímetro de cintura superior a 88 cm en la mujer y 102 cm en el varón son considerados un signo de alerta. Además, se pueden calcular utilizando el índice de masa corporal (IMC). Este indicador de la relación entre el peso de la persona y la altura se estima dividiendo el peso en kilos por el cuadrado de su talla en metros. De acuerdo a la OMS, un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso y un IMC igual o superior a 30 indica obesidad.

Prevención y tratamiento

La prevención del sobrepeso, obesidad y enfermedades asociadas requiere de intervenciones en la población en general y a nivel individual, promoviendo estilos de vida saludables. El tratamiento puede ser personal o bien mediante un abordaje grupal, donde se comparten vivencias y experiencias junto a un grupo interdisciplinario de nutricionistas, médicos y psicólogos que hacen foco en la reeducación alimentaria, la promoción de cambios de hábitos y el incentivo de la actividad física. A continuación, describimos recomendaciones generales para combatir el sobrepeso inicial o prevenir su aparición:

  • Limitar la ingesta de alimentos elevados en calorías.
  • Distribuir los alimentos en 4 comidas y 2 colaciones.
  • Moderar el tamaño de las porciones.
  • Consumir frutas, verduras y legumbres.
  • Disminuir el consumo de azúcar, sal y alcohol.
  • Evitar el consumo de tabaco.
  • Realizar 30 minutos de actividad física al día.
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ACV: el tiempo perdido es cerebro perdido

El 29 de octubre se conmemoró el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), una urgencia médica causada por la brusca pérdida de flujo sanguíneo al cerebro. En la siguiente nota compartiremos información respecto a los tipos de ACV que existen, los factores de riesgo, cómo prevenirlo, cuál es el tratamiento a seguir y cuáles son los signos de alerta a los que se les debe prestar atención. Todo lo que tenés que saber en esta nota.

Tipos de ACV

Dentro de este espectro, existen dos situaciones:

  • Accidente cerebral isquémico: producido por un coágulo sanguíneo que bloquea un vaso del cerebro y representa el 87% de todos los accidentes cerebrovasculares.
  • Ataque cerebral hemorrágico: es originado por la ruptura de un vaso sanguíneo hacia dentro del cerebro.
    En apenas minutos, cualquiera de los dos casos hace que las neuronas se debiliten o mueran, porque las células nerviosas no pueden funcionar sin oxígeno.

Factores de riesgo

La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo, ya que está presente en casi el 80% de los pacientes que sufren un ataque cerebral en la Argentina. Además, el 22% de quienes tienen un ACV son diabéticos. Por otro lado, el peligro aumenta entre un 50% y un 70% en fumadores, y el impacto es mayor en las mujeres. Otros factores de riesgo son el colesterol alto y el alcoholismo.

Prevención

En este sentido, el estricto control de la presión arterial, diabetes y enfermedades del corazón es fundamental. También es importante abandonar el cigarrillo, realizar actividad física periódica y llevar una dieta equilibrada.

Tratamiento

Respecto al tratamiento del ACV, lo más frecuente son los anticoagulantes y antiplaquetarios, pero estas alternativas solo funcionan si son aplicadas dentro de las tres primeras horas de presentados los síntomas, ya que su objetivo es tratar de disolver el coágulo o controlar la hemorragia antes de que el daño sea generalizado. Además, un diagnóstico adecuado y a tiempo es esencial para prevenir un segundo evento, lo cual es de probabilidad relativamente alta.

Signos de alerta

¿Cuáles son los signos de alerta que debemos tener en cuenta para llamar inmediatamente a un servicio médico de emergencia?

  • Entumecimiento o debilidad repentinos en el rostro, brazos o piernas (especialmente de un lado del cuerpo).
  • Confusión repentina.
  • Problemas para hablar o comprender.
  • Problemas súbitos para ver con uno o ambos ojos.
  • Dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación de los movimientos.
  • Dolor de cabeza severo sin causa conocida.

Gracias al reconocimiento temprano de los síntomas y la pronta búsqueda de atención médica, se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad, es decir, se puede disminuir al mínimo la lesión cerebral aguda y maximizar las oportunidades de recuperación del paciente.

Principales acciones que debemos hacer a la hora de auxiliar a alguien que sufrió un ACV

  • Acostar a la persona para que no se caiga, teniendo la precaución que sea sobre uno de sus lados.
  • Llamar rápidamente al servicio de emergencias, ya que ésta es una Emergencia Neurológica.
  • No administrar ninguna medicación.
  • Recordar la hora de inicio de los síntomas.
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Enfermedades Prevención

Cáncer de Mama: la importancia del autoexamen y el control anual

En octubre se conmemora el Mes del Cáncer de Mama y en vittal, mediante la siguiente nota, compartiremos información respecto a esta enfermedad que afecta a 71 de cada 100.000 mujeres y que produce 5.600 muertes al año en nuestro país. Asimismo, destacaremos la importancia de los controles anuales y diarios que resultan fundamentales para poder detectar a tiempo cualquier signo de alerta que sea motivo suficiente para acudir al médico de inmediato y tratar la enfermedad en el momento indicado. Leé nuestra nota.

El 19 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama y durante todo el mes se promueven campañas de prevención y concientización sobre esta enfermedad que afecta a 71 de cada 100.000 mujeres, representando el 16% de las patologías oncológicas femeninas y siendo la primera causa de muerte por tumores en la mujer.

El cáncer de mama es un tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria y también puede darse en los varones, aunque su incidencia es muchísimo menor (1% del total). Se estima que esta enfermedad produce 5.600 muertes al año en nuestro país, con una mayor tasa de mortalidad en pacientes entre 50 y 80 años.

¿Cómo prevenirlo?

La concientización y el chequeo son fundamentales ya que las posibilidades de curación de los cánceres de mama que se detectan en su etapa inicial son prácticamente del 95%. Actualmente nuestro país cuenta con una tasa de supervivencia superior al 82% en los primeros 5 años de identificada la enfermedad. Asimismo, se debe tener en cuenta que el 75% de las mujeres que son diagnosticadas con cáncer de mama no tienen antecedentes familiares.

El chequeo ginecológico anual para la prevención de distintas patologías es esencial, involucrando en simultáneo mamografía y ecografía mamaria (si no hay antecedentes o anomalías, a partir de los 35 a 40 años, y luego de esa edad de manera rutinaria), el Papanicolau (PAP) y la Colposcopia.

¿Cuándo acudir al médico?

Además del chequeo anual, hay que realizarse un autoexamen todos los meses y, en caso de tocar o ver algo raro, recurrir de forma urgente a un profesional. Cambios en el tamaño, forma o textura de la mama o el pezón, incluyendo enrojecimiento, un aspecto como de “cáscara de naranja”, o presencia de líquido a través del pezón son signos de alerta.

 

 

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Osteoporosis: causas que la producen y hábitos para prevenirla

El 20 de octubre se conmemora el Día de la Osteoporosis, una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la masa ósea y afecta generalmente a las mujeres después de la menopausia. Existen ciertos hábitos simples que pueden incorporarse para prevenir esta enfermedad. Te contamos cuáles son y cómo llevarlos a cabo. Además, enterate cuáles son las principales causas que pueden producirla y cómo detectarla a tiempo. Todo lo que tenés que saber en esta nota.

Señales de alerta

En su etapa inicial, esta patología no suele presentar síntomas, por lo que casi siempre se descubre cuando se produce una fractura debido al adelgazamiento y debilitamiento de los huesos, especialmente en las caderas, muñecas y columna vertebral. Otras señales de alerta son el dolor de espalda, que puede ser causado por la fractura o el colapso de una vértebra, la pérdida de estatura con el transcurso del tiempo, y la postura encorvada.

Causas

  • Envejecimiento: la edad avanzada produce una disminución en la cantidad del hueso, por lo que cualquier persona puede padecerla.
  • Dieta pobre en calcio: el calcio es fundamental en la formación del hueso. Se encuentra sobre todo en la leche, derivados lácteos, pescado azul y frutos secos.
  • Inmovilización prolongada: ya sea por enfermedad o por sedentarismo.
  • Algunos medicamentos: por ejemplo, el uso prolongado de esteroides, antiepilépticos o fármacos para la tiroides.
  • El exceso de tabaco, alcohol o café.

¿Cómo prevenirla?

  1. Nutrición adecuada: ingerir alimentos con calcio, como la leche y derivados lácteos. Evitar el consumo excesivo de tabaco o alcohol.
  2. Ejercicio físico: mantener una vida activa y hacer alguna actividad deportiva razonable, adaptada a la edad y características de la persona.
  3. Densitometría: las normas internacionales indican realizar una densitometría a partir de los 64 años (salvo en pacientes con alto riesgo).
  4. Tomar sol en horas en que no haya riesgo de exposición a rayos ultravioletas ayuda a mejorar los niveles de vitamina D.

Estos cuatro hábitos simples y cotidianos ayudan a cuidar la salud de nuestros huesos, pudiendo así prevenir la Osteoporosis.

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Pubertad en las niñas: información y recomendaciones

El 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña, una fecha para concientizar sobre sus derechos y ampliar el acceso a los recursos y herramientas que necesitan para desarrollarse. Desde el punto de vista de la salud, compartimos información útil para acompañar a las niñas argentinas durante el proceso de pubertad y contribuir a su crecimiento físico, mental y emocional. Todo lo que tenés que saber en esta nota.

¿Qué es la pubertad?

La pubertad es el momento en el que se producen los cambios físicos y psíquicos que convierten a los niños en adultos. En esta etapa, el cuerpo comienza a fabricar hormonas sexuales que dan lugar a las transformaciones corporales. En el caso de las niñas, la mayoría llega a la pubertad entre los 8 y los 15 años de edad.

¿Cuáles son los cambios que comienzan a producirse?

El primer signo es el desarrollo del pecho, llamado botón mamario. La zona incrementa su tamaño y, al tocarla debajo del pezón, se puede identificar un área más dura. Es habitual que un pecho crezca antes que el otro y que surjan molestias con el simple roce de la ropa.

En el caso del vello en el pubis, éste tiende a aparecer después, aunque en algunas niñas lo hace antes del botón mamario. Al principio es suave y fino y con el tiempo se vuelve más grueso y oscuro hasta tomar la forma triangular característica. Al mismo tiempo nace vello en las axilas y en el resto del cuerpo. Asimismo, el abdomen y las caderas se redondean y es frecuente la aparición de acné, el aumento de la grasa en el pelo y cambios en la transpiración y el olor corporal.

En cuanto a la primera menstruación, suele aparecer entre un año y medio y tres años después del inicio del crecimiento del pecho. Normalmente, dura de 2 a 7 días y es común que unos meses antes empiece a aumentar el flujo vaginal, así como que en los primeros dos años los períodos sean irregulares.

Las primeras menstruaciones no tienden a originar dolor, pero sí pueden surgir molestias antes, durante o después de la ovulación, se recomienda llevar siempre suministros para el período en la mochila o bolso de mano, incluyendo toallitas higiénicas, protectores diarios y analgésicos si fueran necesarios.

También es importante resaltar que pueden presentarse altibajos en el estado de ánimo, vinculados especialmente al SPM (Síndrome Pre-Menstrual), como irritabilidad, problemas para dormir, sentirse triste y tener menos confianza en sí misma. Durante la pubertad es esencial el apoyo de los padres y profesionales médicos. 

Además del chequeo anual correspondiente, debe acudirse a una consulta médica en los siguientes casos:

  • Si las menstruaciones presentan sangrados abundantes, más de ocho compresas al día y duración de 7 a 10 días o más.
  • Cuando los períodos no se regularizan a través de los años.
  • Si la niña o joven tiene dolores y cólicos muy intensos en sus períodos.
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Prevención

Prevení enfermedades, lavate las manos

¿Sabés realmente cómo lavarte las manos de forma correcta? Conocé nuestro paso a paso y seguí nuestra guía para poder adquirir esta práctica de manera habitual y eficientemente, evitando la propagación de enfermedades y protegiendo tu salud.

Cuando una acción cotidiana se convierte en un hábito generalizado a nivel global su poder se multiplica. Eso sucede con el lavado de manos, un gesto simple que puede ser clave para la supervivencia de millones de personas, ya que constituye la manera más efectiva de evitar la propagación de enfermedades y, a su vez, de proteger la salud personal de cada uno. Es por eso que todos debemos generar conciencia: “Las manos limpias salvan vidas”.

En el Día Mundial del Lavado de Manos, resaltamos que esta rutina es fundamental para prevenir enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias agudas, que causan la muerte de 3,5 millones de niños y niñas cada año y afectan la salud de millones más, tanto en países desarrollados como en vía de desarrollo. Además, funciona como barrera para infecciones cutáneas y parásitos, entre otras patologías.

Una correcta higiene de manos debe demandar 30 segundos si utilizamos alcohol en gel y unos 60 segundos si usamos agua y jabón. No es suficiente lavarse sólo con agua; el jabón, cualquiera sea, es el que permite eliminar la suciedad que contiene los gérmenes.

¿Qué pasos incluir para un resultado efectivo?

  1. Mojarse las manos con agua de red o potabilizada.
  2. Enjabonarse (cualquier jabón sirve para eliminar los gérmenes).
  3. Frotarse muy bien las manos, incluidas las muñecas, palmas, dorso y entre los dedos.
  4. Enjuagarse con abundante agua.
  5. Secarse con una toalla limpia, papel descartable o agitando las manos.

Breve guía vittal para saber en qué momentos hay que lavarse las manos

  • Después de usar el baño.
  • Luego de limpiar las heces de un niño o de estar en contacto con cualquier otro excremento.
  • Antes, durante y después de preparar la comida.
  • Antes de comer.
  • Antes y después de atender a alguien que esté enfermo.
  • Antes y después de tratar una herida o un corte.
  • Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
  • Luego de tocar animales, sus alimentos o sus excrementos.
  • Después de tocar basura.
  • Al regresar de la calle, del trabajo, la escuela o el club.
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Adultos Mayores (Tercera edad) Enfermedades Prevención

Demencias: factores de riesgo, signos de alerta, síntomas

Las demencias, cuyos paradigmas son la enfermedad de Alzheimer y la Demencia Vascular, son enfermedades dependientes de la edad. En este sentido, el incremento de la expectativa de vida también determinó el crecimiento exponencial de estas patologías. En la siguiente nota, te contamos cuáles son los factores de riesgo que deben controlarse para prevenir dichas enfermedades y cuáles son los síntomas más comunes que suelen presentarse.

Factores de riesgo

Es importante destacar que, si bien las demencias afectan a personas mayores, no constituyen una consecuencia normal del envejecimiento. Sin embargo, debemos controlar los factores de riesgo vascular durante la edad media de la vida para prevenir el deterioro cognitivo en la vejez como:

  • Hipertensión arterial.
  • Diabetes.
  • Colesterol.
  • Obesidad.

Según la Organización Mundial de la Salud, en el todo mundo hay más de 50 millones de personas que padecen algún tipo de demencia. Estos cuadros son causados por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria, caracterizándose por producir déficit en más de un dominio cognitivo, incluyendo el deterioro de la memoria, la comprensión, la orientación, el intelecto, el comportamiento y la capacidad de realizar actividades de la vida diaria.

Síntomas

La sintomatología de las demencias constituye una de las principales causas de discapacidad y dependencia, generando un impacto físico, psicológico, social y económico no sólo en las personas que las padecen sino también en sus familias. Las demencias impactan en cada persona de manera diferente, pero los síntomas más comunes suelen ser:

En una primera etapa: signos tempranos de alerta 

  • Olvido.
  • Pérdida de la noción del tiempo.
  • Desubicación espacial incluso en lugares conocidos.

A medida que la enfermedad evoluciona:

  • Olvido de acontecimientos recientes y nombres de personas cercanas.
  • Dificultad para comunicarse.
  • Cambios en el comportamiento.
  • Reiteración de comentarios y preguntas.

Etapa avanzada:

  • Alteraciones de la memoria de manera grave y permanente.

Hoy no hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva pero el monitoreo sigue siendo fundamental. El diagnóstico médico incluye un minucioso interrogatorio del paciente y de alguien de su entorno, un adecuado examen clínico neurológico, una evaluación de las funciones cognitivas y el tipo de deterioro, una rutina de laboratorio y estudios de imágenes como TAC o RMN, que permiten encontrar evidencia de accidente cerebro-vascular, sangrado, tumor o hidrocefalia, o bien Tomografía por emisión de positrones, que posibilita ver patrones de la actividad cerebral e identificar si hay depósitos de la proteína amiloide, una característica específica de la enfermedad de Alzheimer.