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Alerta primerizos: ¿Cuándo llamar al médico?

Ante un síntoma poco frecuente, en muchas ocasiones, resulta complejo diferenciar cuándo es necesario llamar a un médico y cuándo es conveniente esperar a que tu hijo mejore. En esta nota, te sacamos todas las dudas.

Tener un hijo es una experiencia indescriptible, pero la felicidad y emoción de los padres primerizos, suele conllevar también miedos y dudas con respecto a los cuidados del niño. Si esto ocurre, podés consultar a nuestros médicos online de iDoc los 365 días del año. 

El temor más común de cualquier mamá o papá es que su bebé se enferme. Frente a ese cuadro, muy frecuente durante los primeros años de vida, donde los niños están expuestos a diversos factores de riesgo, es importante reaccionar de manera coherente y no entrar en pánico.

¿Cuáles son los signos y síntomas que efectivamente requieren una consulta con el doctor?

  • Llanto inconsolable (fuerte, constante e irritable). En este caso, lo primero que hay que hacer es alimentar al bebé, cambiarlo y controlar su temperatura. Si después de estas acciones continúa llorando y no encontramos el por qué, hay que acudir a la consulta.
  • Frente a un cuadro de fiebre siempre es necesario consultar, especialmente en los recién nacidos, ya que su sistema inmunitario aún no está totalmente desarrollado como el de los adultos, por lo que la fiebre podría ser altamente peligrosa para su salud y generar convulsiones.
  • Hipotermia. Si la temperatura del bebé es más baja de lo normal, considerar primero si no está desabrigado y arroparlo. En caso de que no recupere la temperatura media, hacer una consulta.
  • Diarreas y vómitos. En algunas ocasiones, es difícil diferenciar las diarreas de las deposiciones normales, ya que el niño alimentado con leche materna presenta deposiciones semilíquidas a liquidas, aproximadamente 10 veces al día. Teniendo en cuenta estas consideraciones, si se identifica un cambio en la coloración u olor, se debe pensar en una diarrea y consultar al pediatra, más aun si es acompañada con vómitos, ya que el bebé puede deshidratarse.
  • Reacción alérgica. Si al niño le aparecen manchas rojas en la piel, tiene dificultades para respirar, se le hinchan los labios, la lengua, la cara o el cuerpo en general, es indispensable consultar al médico.
  • Golpes y heridas. Si el golpe ha sido fuerte, se debe acudir a urgencias lo antes posible, sobre todo si es en la cabeza.
  • Si el bebé está constipado, se pueden esperar hasta 5 días y luego consultar.
  • Frente a cólicos persistentes, que se prolongan más de una hora, hay que contactar al pediatra.
  • Ante la sospecha que el bebé haya ingerido algún elemento tóxico, el cuadro debe ser tratado lo antes posible. La ingestión de un cuerpo extraño también es frecuente en los niños y en muchos casos puede provocar ahogos, que deben ser asistidos inmediatamente.
  • La secreción ocular, por su parte, es un síntoma que se manifiesta por la obstrucción del conducto lagrimal, reacciones alérgicas o infecciones como conjuntivitis virales o bacterianas y otras enfermedades, por lo cual requiere consulta.
  • La dificultad para respirar también es motivo de consulta al médico. En algunos casos, la secreción nasal genera dificultades para respirar, pudiéndose utilizar una perita de goma para aspirar la mucosidad. Sin embargo, si el bebé presenta aleteo nasal, con cambio de coloración de labios, mucosas, extremidades y hundimiento de la piel en el espacio intercostal (tiraje), con cambio en el ritmo respiratorio, es indispensable recurrir a su pediatra.
  • La falta de apetito generalmente es un síntoma de enfermedad que está evolucionando y demanda su atención.
  • La regresión en habilidades logradas, como por ejemplo un niño que gateaba o caminaba y ahora no lo hace, es motivo de consulta inmediata, al igual que el letargo, que se produce cuando el bebé está muy dormido y no responde a la voz de los padres o a los estímulos habituales.
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Dengue: Cómo prevenirlo

El Dengue es una enfermedad que, si bien en algunos casos puede causar síntomas leves, en otros puede llegar a evolucionar a formas graves. Por eso, es importante estar prevenido y tomar las medidas necesarias para evitar la presencia del mosquito Aedes Aegypti.

Es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad.

El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.

Las personas infectadas presentan viremia (virus presente en el torrente sanguíneo) desde un día antes y hasta cinco o seis días posteriores a la aparición de la fiebre.

Manifestaciones clínicas

La infección por dengue puede ser clínicamente inaparente o puede causar una enfermedad de variada intensidad, es una enfermedad sistémica y muy dinámica.

Las infecciones sintomáticas pueden variar desde formas leves de la enfermedad, que sólo se manifiestan con un cuadro febril agudo, de duración limitada (2 a 7 días); a otros cuya fiebre se asociada a intenso malestar general, cefalea, nauseas-vómitos, cansancio intenso, dolor retro ocular, dolor muscular y dolores articulares.

En no más del 50% de los casos estos síntomas pueden acompañarse de un exantema (erupción cutánea)  no patognomónico.

Algunos casos de dengue pueden evolucionar a formas graves (dengue grave) en las que hay manifestaciones hemorrágicas, que pueden llevar a un cuadro de shock.

Durante la etapa febril, que es de duración variable (entre 3 a 6 días en niños y 4 a 7 días en adultos), el paciente puede tener, además, dolor muscular y articular, cefalea, astenia, exantema, prurito, y síntomas digestivos tales como discreto dolor abdominal y, a veces, diarrea.

Tratamiento

IMPORTANTE: Ante síntomas de dengue, no se automedique. No tomar aspirinas, ibuprofeno ni aplicarse inyecciones intramusculares. Lo más conveniente es consultar al médico para que él indique la medicación adecuada.

El dengue es un problema creciente para la Salud Pública mundial debido a varios factores: el cambio climático, el aumento de la población mundial en áreas urbanas de ocurrencia rápida y desorganizada, la insuficiente provisión de agua potable -que obliga a su almacenamiento en recipientes caseros habitualmente descubiertos-, la inadecuada recolección de residuos y la gran producción de recipientes descartables -que sirven como criaderos de mosquitos al igual que los neumáticos desechados-. A esto se suman el aumento de viajes y migraciones, fallas en el control de los vectores y la falta de una vacuna eficaz para prevenir la enfermedad

Prevención

La mejor forma de prevenir el dengue es eliminar todos los criaderos de mosquitos tanto dentro como fuera de la casa

Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Estos recipientes deben ser eliminados, de no ser posible se debe evitar  que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores) o vaciándolos permanentemente (portamacetas, bebederos).

También es importante prevenir la picadura del mosquito, colocando mosquiteros en las ventanas y puertas de las viviendas y usando repelentes sobre la piel expuesta y sobre la ropa con aplicaciones cada 3 horas. Recordar ahora en verano que primero se coloca el protector solar y luego de unos 20 minutos el  repelente.

¡Todos podemos hacer mucho para prevenir el dengue!

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Primeros Auxilios (PPAA)

Golpe de calor: Primeros auxilios

El golpe de calor es una de las causas más comunes de descompensación que se producen durante el verano. Te contamos cómo brindar los primeros auxilios a una persona que sufre esta emergencia.

El golpe de calor ocurre cuando aumenta la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol o por realizar ejercicios en ambientes calurosos con escasa ventilación. En estas situaciones, el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento y tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal.

¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor?

En general, la víctima se siente débil, suda, tiene náuseas, mareos y le duele mucho la cabeza. Además, puede tener calambres musculares.

El golpe de calor puede ser muy grave, en especial para los bebés y niños pequeños. Por eso, ante los primeros síntomas no demore en consultar al médico o acercarse al centro de salud.

¿Cuáles son los síntomas de la insolación?

Las personas insoladas suelen sentirse confusas, tienen la piel muy caliente, roja y seca, es posible que no sude, que su respiración sea superficial, tenga vómitos y le resulte muy difícil beber. En los casos más acentuados, pueden aparecer convulsiones o pérdida del conocimiento. Es importante tener presente que una persona que manifiesta molestias leves frente al calor, en poco tiempo puede insolarse y estar en peligro.

Pasos para brindar primeros auxilios en emergencias del calor

  • La medida principal es retirar a la persona de la exposición al calor, acompañarla a un lugar fresco, con sombra y, si es posible, donde corra el aire.
  • Revisar su vestimenta y aflojar aquellas prendas que estén muy ajustadas.
  • Hidratar a la persona: si puede tragar, ofrecerle agua fría. Además, humedecer su rostro con una esponja o toalla húmeda.
  • Llamar a un servicio de emergencias médicas. Acompañar a la víctima hasta la llegada de los profesionales, sin dejar de enfriarla. Conjuntamente, verificar constantemente sus signos vitales y su respiración.
  • Si la víctima perdiese el conocimiento, realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP).

¿Qué es lo que nunca debemos hacer?

  • Nunca debemos ofrecer alimentos o bebidas a una persona con vómitos, convulsiones o que parece estar desorientada y confusa.
  • Nunca enfriemos a la víctima más de lo necesario: cuando la persona recupera la normalidad, dejar de enfriar para evitar hipotermias.
  • Nunca usemos alcohol u otros líquidos para mojar la piel de la víctima, solo utilicemos agua fresca.
  • Nunca desatendamos los pequeños síntomas ya que son una advertencia de que la persona está descompensada. Su cuadro puede empeorar rápidamente.